Me da mucho gusto saludarles y, además, contarles que uno de los lugares más bonitos del Valle de Toluca está de fiesta: es el Centro Cultural Mexiquense que el próximo 27 de abril cumple 37 años de ser un pilar del fomento del cine, del arte antiguo y contemporáneo, del arte popular, de la lectura, de la numismática, de la historia mexiquense y de todas las riquezas culturales que nos dan identidad.
Yo recuerdo una niñez feliz en este espacio, cuando junto a mis hermanos asistíamos a los cursos de verano y nos sentíamos libres en sus jardines, creativos haciendo barro y muy contentos de acercarnos a actividades lúdicas que nos dejaron huella en el corazón; tan es así que la vida, y es algo que agradezco, me da la oportunidad de volver como profesional y retribuir, aunque sea un poquito a este Centro Cultural, de lo mucho que me ha dado.
Si ustedes se aventuran y visitan este mágico lugar, podrán descubrir, primero su pasado hacendario, ya que está ubicado donde fuera la Hacienda “La Pila”, cuya arquitectura de adobe contrasta, pero convive amablemente con construcciones contemporáneas que por allá de 1987 era lo más nuevo e innovador, ya lo pueden ver en los triángulos que adornan los edificios o en el conocido como “platillo volador”.
Única en su género, la explanada del Centro Cultural Mexiquense destaca por sus características que permiten tener una vista privilegiada del Xinantécatl o Nevado de Toluca, haciéndola muy atractiva para propios y extraños y que es una creación del artista Luis Nishizawa y la cual simula un jardín zen, gracias a los monolitos que se ven espectaculares en su interior.
Qué más les puedo decir, es un lugar que se queda en ti, que te permite asumir la cultura como un puente de reflexión y de conexión contigo, con tu pasado, con lo actual, con la gente, con la vida misma, es decir, desarrolla empatía y revitaliza tu mente.
Por ello les invito a descubrir este fin de semana el Centro Cultural Mexiquense, que cuenta con una Cineteca de primer nivel, el Museo de Arte Moderno con una colección imperdible de arte contemporáneo, el Museo Hacienda “La Pila” que ocupa el espacio donde fuera el casco de la hacienda y que muestra el valor del arte popular o de la Charrería como nuestro deporte nacional por excelencia.
Su Biblioteca es enorme, tiene un fondo reservado con títulos del siglo XVI y espacios especializados para las infancias, el violeta que tiene perspectiva de género y sin duda un lugar para disfrutar de la lectura. Ahí junto está el Museo de Numismática que nos cuenta la historia y el valor de la moneda en nuestro país.
Existe también un Archivo Histórico que resguarda verdaderos tesoros, como fotos, documentos, mapas y muchas cosas más de una antigüedad variable y muy interesante. Por su parte, el Museo de Antropología e Historia es un recorrido por nuestra esencia como mexiquenses.
El Conservatorio de Música del Estado de México es sin duda una institución que profesionaliza a las y los jóvenes en la música.
Pero lo más bonito que yo he encontrado es a su gente, compañeros y compañeras siempre dispuestos a ayudar, aquí es un lugar feliz, nombre, amable, es además o debiera ser motivo de orgullo para la comunidad de la entidad, es el contar con este Centro Cultural Mexiquense, espacio que ofrece, además de sus amplias áreas verdes muy propicias para la recreación, un valioso recorrido por sus espacios dedicados al rescate y preservación del patrimonio cultural de las y los mexiquenses.
Vengan, les va a gustar. Hasta la próxima