Ciudad caminable, ciudad justa

Mejorar la movilidad es una tarea que ya se ha convertido en prioridad en la mayoría de las grandes urbes en el mundo y en nuestro país, para esto ha sido fundamental considerar el concepto del derecho a la movilidad, esto resulta en dejar de pensar que esto es un problema de calles y camiones, […]

Mejorar la movilidad es una tarea que ya se ha convertido en prioridad en la mayoría de las grandes urbes en el mundo y en nuestro país, para esto ha sido fundamental considerar el concepto del derecho a la movilidad, esto resulta en dejar de pensar que esto es un problema de calles y camiones, la movilidad debe pensarse como un derecho de ciudadanos y tomar en cuenta a todos y cada unos de los actores y elementos que forman el sistema.

Según la nueva Ley de Movilidad del Distrito Federal; “La movilidad es el derecho de toda persona y de la colectividad a realizar el efectivo desplazamiento de individuos y bienes para acceder mediante los diferentes modos de transporte reconocidos en la Ley, a un sistema de movilidad que se ajuste a la jerarquía y principios que se establecen en este ordenamiento, para satisfacer sus necesidades y pleno desarrollo”

Tomando como referencia la avanzada –pero no terminada- ley del Distrito Federal tendremos que empezar por asumir que los diferentes modos de transporte pasan desde el peatón hasta el transporte masivo, aunque actualmente en nuestra ciudad las opciones son limitadas, uno de los grandes retos que enfrenta la administración pública del Estado de México es poder proporcionar a sus ciudadanos los medios necesarios para poder elegir libremente la forma de trasladarse a fin de acceder a los bienes, servicios y oportunidades que ofrece la ciudad.

Para lo anterior se urge la necesidad de valorar la distribución de los recursos presupuestales bajo una jerarquía de movilidad encabezada por peatones, seguida por los ciclistas, los usuarios del servicio de transporte público de pasajeros, los prestadores de ese mismo servicio, los prestadores del servicio de transporte de carga, y finalmente los usuarios de los automóviles privados.  

Una vez logrado el cambio de pensamiento en quienes están encargados de tomar las decisiones en este estado, resultará una mejora sustancial en la calidad de vida de las y los toluqueños, en el caso concreto del sistema de transporte público tendremos que asumir que la realidad nos exige un sistema completamente integral, que interactúe entre sí y que funcione a través de un solo método de pago, esto además de hacer más fácil y eficiente la experiencia del usuario en el transporte público, hará que cambie el esquema de hombre-camión por un esquema más justo para los operadores del servicio de transporte público que muchas veces son víctimas de empresarios y gobernantes que únicamente pugnan por su beneficio personal.

Finalmente ayudará mucho a la ciudad asumir a “la calle” como un espacio de derechos humanos y no sólo de circulación, promover un diseño vial que procure el uso equitativo de todos los usuarios sobre el espacio público, las vialidades –por lo menos las primarias- tienen que contar con vías peatonales, vías ciclistas y superficie de rodadura, cuando tengamos una ciudad tan justa como se pretende desde Metrobús Toluca Ya, entonces habremos avanzado como sociedad y estaremos dando resultados verdaderamente palpables en la mejora de la calidad de vida de las y los toluqueños.