Manzur no se va. Iriarte, tampoco.
1.- Con un importante evento del ritual de la sucesión en la gubernatura aproximándose, el IV Informe de Gobierno, es natural que los interesados en ser el candidato del PRI, traten de estar en el ánimo del gran elector y son objeto de mucha atención en los medios.
De ahí se deviene una serie de informaciones que en muchos casos no se confirma.
Bueno, por lo menos de aquí a inicios del año próximo no habrá relevos, en el PRI estatal ni en la Secretaría General de Gobierno.
Manzur no se va. Iriarte, tampoco.
Por ahora.
Los ajustes no son inminentes.
2.- Preocupa la reincidencia del Gobierno estatal en un aspecto tan delicado como violar la ley.
El Congreso evitó más estridencia en el punto, pero eso no quita la gravedad del hecho.
Dos veces la autoridad electoral acusó al gobernador Eruviel Ávila de infringir la ley de la materia.
El Ejecutivo debe ser garante firme, inclaudicable de lo legal, pero en el tema ya van dos.
La ambición por publicitarse, terminó por superar la cada vez mas delgada línea entre la labor de gobierno y la promoción personal pagada con el erario.
Raúl Vargas es un empleado menor, aunque su cargo diga otra cosa, pero al menos de escudo les servirá.
3.- Los calendarios particulares de los wannabes tienen bien marcadas las fechas que les interesan.
Saben que una vez consumado el IV Informe de Gobierno, se aceleran los tiempos.
Les urge enseñar músculo.
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