Recuperar la gubernatura, objetivo del Grupo Atlacomulco.
*Genera Roa impresión de apertura
1.- Eruviel Ávila no es integrante del mítico Grupo Atlacomulco, por ende a nadie sorprende que dos de los cuerpos principales de tal formación, estén claramente ubicados en posición de ventaja para la sucesión del 2017.
Al menos tres de los aspirantes más reconocidos son parte integral del GA.
Alfredo Del Mazo Maza, Carolina Monroy Del Mazo y Ernesto Némer tienen nexos poderosos e inocultables con los liderazgos de ese grupo.
Si revisamos los nombres de quienes ha sido gobernadores de la entidad los pasados 50 años, sólo dos no estarían vinculados a la herencia política de Isidro Fabela y Carlos Hank: Mario Ramón Beteta y Eruviel Ávila.
2017 es una buena oportunidad para recuperar lo que consideran como su coto.
2.- Los tres wananabes mencionados son de línea directa a ese clan.
Ernesto no tan obvio por antecedentes, pero sí en la actualidad.
No obstante, están también Alfonso Navarrete Prida y Ana Lilia Herrera, quienes a través de la incuestionable influencia que aún tiene Arturo Montiel, serían una especie de adherentes.
José Manzur es un caso especial, acuñado políticamente por Isidro Pastor, otro oriundo de Atlacomulco, hoy su cotización es más alta por la evolución de sus relaciones.
Por ende ninguna casualidad es que quienes hoy lucen como los aspirantes más fuertes, estén ligados directa o indirectamente, con el Grupo Atlacomulco.
3.- Una vez que inició el periodo del actual Congreso local, sobresale la impresión que generó Cruz Juvenal Roa, quien tiene en la mesa de negociación un platillo suculento: la Presidencia de la Junta de Coordinación Política.
Volverla a ser rotativa, es una posibilidad real.
En la sesión inaugural, el evento fue dentro de la cortesía entre bancadas.
Y el PRD salió con la presidencia del mes, lo que lo hará contestar el IV Informe de Gobierno de Eruviel Ávila.
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