30 años de insurgencia zapatista, el movimiento que volteó los ojos del mundo a los pueblos indígenas

Bajo el lema "Tierra común. Tierra de nadie", el EZLN anunció su nueva etapa, centrándose en la "no propiedad" de la tierra

Este 1 de enero de 2024, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) celebró 30 años de insurgencia en Chiapas; sin embargo, en el estado del sureste mexicano, las celebraciones comenzaron en el día previo para recordarle al mundo el movimiento que regresó la mirada internacional a los pueblos indígenas.

Mujeres zapatistas. / FOTO: Pedro Valtierra

El festejo fue multitudinario y multigeneracional. Tuvo sede en el Caracol “Resistencia y Rebeldía: Un Nuevo Horizonte”, inaugurado hace tres años en el poblado de Dolores Hidalgo, Ocosingo, Chiapas, uno de los siete municipios en los que el EZLN inició su levantamiento armado el primero de enero de 1994.

La celebración reunió a miles de bases de apoyo, colectivos, y representantes internacionales de movimientos afines, subrayando la influencia global del zapatismo.

Mensaje

Bajo el lema «Tierra común. Tierra de nadie», el EZLN anunció su nueva etapa, centrándose en la «no propiedad» de la tierra.

En su mensaje político, el subcomandante Moisés, nuevo vocero del EZLN, reiteró que, a pesar de los 30 años de lucha, siguen enfrentándose solos a los desafíos actuales.

La ceremonia incluyó una fila de sillas vacías con la inscripción «Los ausentes», recordando a los desaparecidos, presos políticos y aquellos que han perdido la vida en la lucha.

Miembros del EZLN en una marcha. / FOTO: Jacob García, Reuters

A pesar de su origen armado, el espíritu de paz del EZLN se manifestó en el evento sin una sola arma visible. El subcomandante Moisés destacó que no buscan la violencia, pero están dispuestos a defenderse si es necesario.

El subcomandante Marcos, quien fue hace treinta años y por un largo periodo el encargado de explicar la palabra de los pueblos al resto del mundo, no estuvo presente.

Celebración

La conmemoración del 30 aniversario se acompañó de jornadas culturales, obras de teatro y bailes que recorrieron la historia del zapatismo, dividiendo los últimos 30 años en tres etapas: desde el levantamiento hasta la formación de las Juntas de Buen Gobierno en 2003, el período de aprendizaje generacional hasta 2013, y la etapa de constatar la crítica interna y la autocorrección hasta la fecha.

Historia del Zapatismo

El Ejército Zapatista de Liberación Nacional salió a la luz pública en Chiapas el 1 de enero de 1994, cuando un grupo de indígenas armados intentó ocupar siete cabeceras municipales el mismo día que entraba en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

No obstante, la guerrilla se había preparado por más de diez años para el levantamiento.

El movimiento buscaba el derrocamiento del presidente Carlos Salinas de Gortari y del Partido Revolucionario Institucional (PRI), así como el establecimiento de una democracia participativa.

La injusticia y la desigualdad, especialmente entre los pueblos indígenas, fueron las fuerzas impulsoras detrás del levantamiento.

Chiapas era el estado más pobre del país, a pesar de la inmensa riqueza de sus recursos naturales, casi el 70% de la población vivía con un ingreso mensual que no le alcanzaba para cubrir sus alimentos.

Los zapatistas estaban conformados por pueblos tzeltal, tzotzil, chol y tojolabal en específico. Estos demandaban la devolución del patrimonio territorial que les fue arrebatado a las comunidades indígenas y el cumplimiento de sus Derechos Humanos fundamentales, como la educación, alimentación, salud, entre otros.

Por lo que el 1 de enero de 1994, el EZLN, de forma sorpresiva y sin una declaración previa, inició una insurrección armada en el estado de Chiapas, conocida como “Levantamiento Zapatista”.

Las acciones guerrilleras continuaron hasta el 12 de enero, cuando el gobierno anunció un alto al fuego unilateral del ejército en Chiapas. El EZLN pasó a la clandestinidad.

El futuro del zapatismo

El 1 de enero de 1994, cambió para siempre la historia de San Cristóbal de las Casas, pero también de todo México, pues el levantamiento zapatista visibilizó a los pueblos indígenas de este país como nunca.

El EZLN anunció un nuevo modo de organización que dio lugar a dos de las principales instituciones que funcionaron hasta estos días en los «territorios autónomos zapatistas»: las «Juntas de Buen Gobierno» (JBG) y los «caracoles», lugares de reunión de las comunidades donde están las escuelas y los centros de salud propios.

Tres décadas después, el zapatismo parece vivo. El EZLN empezó a hacer pública una serie de 20 comunicados, que terminaron de publicarse esta semana, donde anuncian un proceso de cambio.

Informó que las tierras zapatistas pasarían a ser una «no propiedad», es decir, «tierras del común» y habría extensiones de tierra que podrán ser trabajadas de manera colectiva incluso por habitantes no-zapatistas.

Sin embargo, estos cambios, en el modo de organización previstos para 2024, nacen del reto de protegerse ya no del ejército, sino del crimen organizado, ya que en Chiapas se vive un enorme problema por falta de títulos de propiedad de las tierras.

Fue en ese contexto que el subcomandante Moisés, quien ocupa desde 2014 el lugar de Marcos, anunció la disolución de sus «municipios autónomos rebeldes» y las JBG.

El EZLN mantiene una histórica desconfianza hacia la política y el estado, incluso con el presidente Andrés Manuel López Obrador, por lo que, ante la incapacidad de alcanzar apoyos suficientes, el movimiento ha optado por embarcarse en un proceso de cambio después de treinta años.