En el Estado de México uno de cada dos habitantes no tiene seguridad social y debe batallar en espacios públicos para tener atención médica, o desembolsar grandes cantidades de dinero para ser atendido en hospitales privados, cuidar su salud, e incluso garantizar su vida, en casos de enfermedad.
Aunque del 2012 a la fecha ha crecido el número de derechohabientes en la entidad, la población abierta no ha disminuido, de hecho poco a poco se han sumado a este grupo hasta alcanzar los 9 millones 596 mil 846 habitantes sin seguridad social.
Esta parte de la población es más grande que la de derechohabientes que representa el 44.36 por ciento del total de habitantes que viven en la entidad, donde 7 millones 648 mil 705 tienen garantizada la atención en alguna institución como: el Instituto Mexicano del Seguro Social, el ISSSTE o el ISSEMyM.
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El número de habitantes considerados dentro de la población abierta en 2012 era de 9 millones 38 mil 489 personas y poco a poco fue aumentando hasta llegar a los 9 millones 596 mil 846, de acuerdo con los registros del gobierno estatal.
La población derechohabiente también aumentó de 7 millones 67 mil 996 a 7 millones 648 mil 705, pero su ritmo no fue igual al del crecimiento poblacional de la entidad, tanto de forma natural, como por las corrientes migratorias que llegan, ya que entre 2012 y el cierre del 2019 el número de habitantes pasó de 16 millones 106 mil 485 a 17 millones 245 mil 551 habitantes, es decir más de un millón de personas.
Servicios
El servicio público en la entidad ofrece mil 881 unidades médicas con consulta externa, en algunos casos hospitalización y especialidades, a través del ISEM, DIF y del IMIEM, más de lo que ofrecen el IMSS, ISSSTE e ISSEMyM.
A pesar del número de espacios, la demanda está desbordada y la gente no es atendida en su totalidad a tiempo, ni cuentan con especialistas para todas las enfermedades, y aun cuando el servicio es considerado público, los usuarios deben cubrir un porcentaje del costo, el cual depende de la enfermedad, estudios y tiempo de hospitalización.
En este lapso el incremento de las unidades médicas no ha ido al ritmo del crecimiento poblacional. En siete años sólo se crearon 96 unidades más, pero hay quejas de que muchas están sin operar, sin personal suficiente, ni equipo, severamente dañadas o rebasadas por la demanda.
En estos espacios el número total de camas censables es de 8 mil 533, de las cuales cerca de la mitad, es decir 4 mil 584 corresponden al ISEM, otro 25 por ciento al IMSS con 2 mil 514 y el resto a los demás organismos de salud.
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Para funcionar cuentan, entre todos, con 5 mil 506 médicos generales, mil 528 gineco obstetras, mil 439 pediatras, 923 cirujanos, 841 internistas, 2 mil 153 odontólogos, 33 mil 122 enfermeras, 936 psicólogos, entre otros.
Todo este sector otorga al año 44.5 millones de consultas; efectúan 47.8 millones de análisis clínicos, estudios radiológicos, citologías, electrocardiogramas, electroencefalogramas, tomografías, ultrasonidos, entre otros, donde no siempre tiene espacio toda la población abierta.
Por ello, a menudo muchos deben recurrir al sector privado y dejar ahí gran parte de su sueldo, e incluso pedir préstamos o vender propiedades para solventar las deudas que muchas veces pueden rebasar el millón de pesos, sin garantizar la vida del paciente.