Los países que integran el G20 acordaron enviar ayuda humanitaria a la grave crisis que vive Afganistán ante la llegada al poder de los Talibanes el pasado mes de agosto.
En un encuentro virtual, la Comisión Europea ha anunciado ayudas por mil millones de euros y el presidente estadounidense, Joe Biden, prometió aumentar los fondos a los afganos en 300 millones dólares, dijo Mario Draghi, primero ministro italiano.
El mandatario italiano expresó que «por el momento debemos responder a la crisis humanitaria y eso requerirá obviamente contactos con los talibanes, no hay alternativa. Los contactos con los talibanes son indispensables para esta respuesta. Pero esto no significa un reconocimiento«, apuntó.
Pero añadió que sin el consentimiento del gobierno talibán la comunidad internacional no podrá ayudar a la población afgana: «si no nos dejan entrar, no entramos«, dijo.
Asimismo, mencionó que las ayudas humanitarias deben ser coordinadas bajo “el paraguas” de la ONU, que tendrá que establecer una “hoja de ruta para proceder rápidamente” con las inversiones en el país centroasiático.
Por su parte la canciller de Alemania, Angela Merkel, ha instado a que la comunidad internacional “evite el caos” en Afganistán.
«Ver a 40 millones de personas sumidas en el caos por falta de suministro eléctrico y por la inexistencia de un sistema financiero no puede ni debe ser el objetivo de la comunidad internacional«, expresó.
Además, afirmó que destinará 600 millones de euros a la ayuda humanitaria en Afganistán, señalando la importancia de que el país centroasiático se lleve a cabo una raída campaña de vacunación contra el covid-19.
De igual forma el ministro de Japón, Fumio Kishida, anunció una donación de 200 millones de dólares (mas de 173 millones de euros) para Afganistán este año, incluyendo 65 millones (más de 56,3 millones de euros) que canalizarán a través de organizaciones internacionales.
La crisis por la cual atraviesa Afganistán ya afecta al menos a 18 millones de personas, la mitad de la población afgana, según datos de Naciones Unidad, y un millón de niños padecen malnutrición aguda y corren el riesgo de morir, según el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF).