Toluca, México. 8 de abril de 2019. En el primer bimestre del año se registró el robo de 8 mil 59 unidades automotores en el Estado de México, según las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, el total nacional fue de 32 mil 935 autos robados, lo cual indica que la entidad concentra el 25 por ciento de robo de autos cometido en el país.
Un análisis de 2015 a la fecha indica que el territorio mexiquense se ha posicionado como el número uno a nivel nacional y esta tendencia se mantiene, en los últimos cuatro años se presentaron en promedio 48 mil robos de vehículo por año, duplicando el número registrado en Jalisco, entidad que ocupa el segundo sitio de la lista. Además, es el único estado de la república en que el número de robos con violencia es mayor, ya que en el resto del país la mayoría de los robos ocurre sin violencia.
A pesar de estas cifras, las autoridades no han logrado hacer frente a esta práctica ya que los números se repiten año tras año, resulta difícil creer que no exista complicidad por parte de las autoridades ya que para efectuar estos robos se requiere una gran infraestructura para comercializar dicha cantidad de autos.
Para dimensionar el problema. La planta armadora Fiat Chrysler Automobiles en Toluca, cuya producción es de aproximadamente mil 100 unidades diarias, requiere rentar grandes extensiones de terreno fuera de las instalaciones para almacenar los autos ya que la infraestructura que se encuentra dentro del complejo resulta insuficiente. Es complicado imaginar la cantidad de vehículos robados juntos sin que estos dejen a su paso un rastro a seguir para las autoridades.
En promedio se roban 136 autos a diario en el Estado de México que deben ser desvalijados para la venta de autopartes o trasladados a otros lugares para su venta. En 2018 informes de inteligencia citados por EL UNIVERSAL expusieron que Sudamérica es el destino principal de estos autos, lo cual indica que circulan por carreteras, aparentemente sin ser detectados por las autoridades.
El modus operandi se basa en cerrar el paso al vehículo para amagar al conductor y despojarlo del auto, posteriormente se llevan a lugares alejados en donde pasan toda la noche para dejarlos “enfriar” de esta forma verifican si cuentan con GPS o es buscado por las autoridades. De no ser así, pasa a una red que se dedica a comercializarlos en otros estados o países, por cada auto robado los ladrones reciben entre 8 y 15 mil pesos dependiendo el modelo.
Cifras de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros indican que Ecatepec es el municipio en donde se perpetra el mayor número de robos, seguido de Tlalnepantla y Naucalpan. Los autos más robados son el Nissan Tsuru, Nissan NP300, Nissan Versa, GM Aveo, Nissan Sentra y VW Jetta y Clásico.
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