Toluca, Estado de México; 3 de agosto 2019.- En el momento más difícil del otrora poderoso PRI, y a una semana de la elección interna, Alejandro Moreno, candidato a la dirigencia nacional de ese partido convoca a la unidad. Niega ser el abanderado de la cúpula y ofrece un partido tricolor crítico y abierto.
Arropado primero por la clase política: legisladores, alcaldes y después por las bases advierte que se preparan para ganar elecciones y el Estado de México -que aporta más de 920 mil votos priistas-, es prioridad. Nadie, asegura, da línea.
También niega acarreados al evento en Toluca, aunque los camiones afuera son testimonio del traslado de la gente, proveniente de distintos municipios.
Un PRI mexiquense con poco ánimo y menos ruidoso que en sus eventos tradicionales recibe este sábado a los candidatos a la dirigencia nacional del Revolucionario Institucional: Alejandro Moreno Cárdenas y Carolina Viggiano Austria.
Los organizadores convocan a gritar porras de apoyo “Alito, Alito, el PRI está contigo”, pero la respuesta es mínima. Los animadores se esfuerzan por hacer un concurso de porras que no prende a la gente.
En redes sociales, el ex regidor de Naucalpan, Gustavo Parra exhibe que mientras la gente esperaba el inicio del evento, la clase política desayunaba con los candidatos.
Cuando Moreno arriba hace lo que le gusta: saluda, abraza, se deja querer y toma los celulares para que salgan bien las selfies; después del paseo por el auditorio, toman la palabra representantes de distintos sectores.
Una representante de seccionales le lee un mensaje sin emotividad. Le garantiza el triunfo en un tono más de velorio, que de fiesta.
Una representante de San Felipe del Progreso vaticina el triunfo de la fórmula Cárdenas y Viggiano. Ella sí, con emotividad. Después viene un joven, quien advierte que están cansados de lo mismo.
La candidata a secretario general describe al priismo como alegre y combativo. Afirma que ella y Moreno vienen de la base militante. Advierte que deben ser cercanos y escuchar a la gente; ser contrapeso porque desde su punto de vista México los necesita, pues son el partido de Colosio y aprovecha para critucar al actual gobierno federal al sostenr que todo los días hay un ejercicio de polarización, y en estos momentos, hay militancia, pero lo que falta es dirigencia.
Primero las cúlpula y luego la base
El priismo mexiquense famoso por ser el más grande del país y el más fuerte no ha recuperado la energía que siempre mostraba. Parece que no se levanta de la derrota del 2018. Les robaron un poco de su ánimo festivo y tienen más de una hora esperando el inicio del evento.
Vestidos de blanco y rojo, en un escenario colorido los militantes del PRI Edomex se declararon listos para hacer ganar a “Alito” como se le conoce coloquialmente al ex gobernador de Campeche.
En el evento no se dejan ver figuras del priismo mexiquense: solo un diputado federal, que es Jesús Alcántara del PVEM, uno de sus coordinadores de campaña; sin embargo ediles y legisladores desayunaron antes en el comité estatal con el candidato tricolor.
Ahí estuvo el ex gobernador, Eruviel Ávila, el dirigente de la CNC, Edgar Castillo, la ex alcaldesa de Metepec, Carolina Monroy, legisladores locales y federales.
El abanderado asegura que está ahí porque el llamado del partido es importante. Admite que viven el momento más difícil y deben demostrar carácter porque nadie les va a a regalar nada. Pide demostrar de qué están hechos. “Lo que más sabemos los priistas es volvernos a levantar y volver a ganar”, asegura.
Asume compromisos: apoyar a los jóvenes, reconocer a quienes tienen años de militancia, visitar todas las regiones, garantizar la equidad y la paridad y erradicar la violencia contra las mujeres.
Envía un saludo al gobernador, Alfredo del Mazo y dice más de 920 mil personas acudirán a votar en la entidad. “Con el corazón en la mano” pide que los ayuden a ganar.
El abanderado lanza mensajes a sus contrincantes al advertir que no quieren divisiones, sino un partido que convoque a la unidad. Critica a quienes dividen.
Pese a que primero desayunó con la clase política y después tuvo un encuentro con la militancia, Morno niega que haya priitas de primera, y priistas de segunda y presume que los legisladores y demás militantes le garantizaron su apoyo.
Afirman que van por un cambio, que son diferentes, pero al parecer las formas son las mismas: primero la cúpula y después las bases.
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