Alimentos tradicionales: una alternativa para frenar el cambio climático

Si se reformaran los sistemas agrarios y alimentarios del mundo, podría alimentarse a los 815 millones de personas que padecen hambre.

Para nutrir a los 815 millones de hambrientos que hay en el mundo y a los dos millones de personas adicionales que vivirán en el 2050 es necesario reformar los sistemas agrarios y alimentarios que hay en el mundo, informó la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Debido a que las dietas tradicionales e indígenas se realizan con los ingredientes endémicos de una región, también contribuyen al desarrollo sostenible pues promueven un sistema alimentario que respeta el medio ambiente, la cultura y el bienestar de las personas. 

En ese sentido, tener dietas “disponibles y asequibles con alimentos tradicionales” es primordial para mejorar la salud de la gente, de acuerdo con Qu Dongyu, director general de la Organización de las Naciones Unidad para la Alimentación y la Agricultura (FAO). 

Según informó Notimex, el titular de la FAO expresó que “los beneficios de las dietas, a menudo se descuidan debido a los cambios en los hábitos alimentarios y patrones de consumo, provocados por factores como el crecimiento demográfico, la globalización, la urbanización, las presiones económicas y el rápido ritmo de vida”. 

Entonces, según la ONU, si se practicaran de forma adecuada, la agricultura, la silvicultura y la acuicultura “pueden suministrar comida nutritiva a todo el planeta, así como generar ingresos decentes, apoyar el desarrollo centrado en las personas del campo y proteger el medio ambiente”. 

Debido a que el sector alimentario también participa de los procesos de sobreexplotación de los recursos, los suelos, océanos y bosques están siendo degradados, lo cual incrementa riesgos asociados al cambio climático.