Ambulantes contra policías, el inevitable costo de cuidar la salud

Las confrontaciones que ha sucitado la implementación de las medidas sanitarias de la Fase 3 de la contingencia sanitaria, en Toluca, hoy dejaron lesionados, detenidos y un sinnúmero de inconformes

Policías municipales de Toluca y granaderos se enfrentaron esta tarde contra decenas de vendedores ambulantes debido a que el ayuntamiento ha reforzado el número de operativos para retirar a los comerciantes informales pues no son considerados establecimientos esenciales. La medida se da en el marco de la fase 3 de la contingencia sanitaria, misma que contempla el cierre obligado de todos los comercios que no se dediquen a actividades sustantivas como la venta de alimentos o medicinas. La puesta en marcha de estas acciones ha dejado en claro que el precio de cuidar la salud de los toluqueños implicará enfrentamientos.

Este miércoles, elementos de Protección Civil y Bomberos de Toluca en conjunto con miembros de la Seguridad Pública Municipal y la SEDENA, acompañados por personal de la Dirección General de Desarrollo Económico realizan recorridos por diversos puntos de la ciudad para pedir a los locatarios de negocios con actividades no esenciales que cierren sus establecimientos.

Sin embargo, esta disposición generó, desde el día de ayer, inconformidades entre locatarios y vendedores ambulantes, quienes exigen que el cierre sea parejo, incluidas las cadenas comerciales o algunos negocios que, aunque no son esenciales, permanecen abiertos.

En la zona centro de Toluca, los enfrentamientos dejaron varios lesionados que recibieron atención médica. Además, las vallas con las que se encuentran cercados Los Portales fueron retiradas por un grupo de comerciantes ambulantes que, una vez dentro de este espacio, riñeron con los cadetes de la Academia de Policía de Toluca.

El operativo avanzó hacia la Terminal de Toluca, donde los ambulantes opusieron resistencia: «¿qué vamos a comer?», era el reclamo generalizado. Además, pedían a las autoridades que también cerraran Walmart y Elektra, y que no sólo los retiraran a ellos.

Las agresiones no fueron solamente entre comerciantes y policías, pues los elementos de seguridad pública arremetieron también contra algunos reporteros que documentaban las consecuencias del operativo, incluso trataron de quitarles sus herramientas de trabajo y dispositivos móviles con los cuales documentaban las agresiones.

Horas después del enfrentamiento, el Ayuntamiento de Toluca emitió un comunicado en el que señala que «ante la insistencia de algunos líderes del comercio ambulante, que además no cuentan con permiso de instalarse […] fue necesaria la intervención de la fuerza pública para mantener el orden y las medidas sanitarias que se requieren».