Arde llantera en Zinacantepec

Son las 16:00 horas del miércoles 22 de noviembre. Es el predio conocido como “La Champinoñera” en el municipio de Zinacantepec, entran y salen bomberos, policías, militares, y paramédicos. En el fondo una cortina de humo invade el lugar. Han pasado más de siete horas desde que el fuego sorprendió a propios y extraños. El […]

Son las 16:00 horas del miércoles 22 de noviembre. Es el predio conocido como “La Champinoñera” en el municipio de Zinacantepec, entran y salen bomberos, policías, militares, y paramédicos. En el fondo una cortina de humo invade el lugar. Han pasado más de siete horas desde que el fuego sorprendió a propios y extraños.

El incendio en el depósito de llantas ubicado en la zona causó alarma entre los vecinos, especialmente en las escuelas cercanas en las cuales desde las 11 de la mañana comenzaron las tareas de evacuación por seguridad de los pequeños, tal es el caso de la Escuela Primaria Juan Fernández Albarrán y el Jardín de niños Rosaura Zapata.

“Esto empezó desde temprano, poco antes de las 10, no sabíamos que era, pero luego ya empezaron a llegar todos, fue una quemadera de llantas y todavía sigue…”, señaló David Hernández, vecino del la colonia Santa Magdalena, donde se ubica el lugar.

Las autoridades dijeron desconocer las causas del incidente; sin embargo, testigos que permanecían en la zona afirmaron que se trató de un corto circuito originado por el descuido en un cable de luz.

“Dicen que fue un corto, estaban jalando cables, no se dieron cuenta y dejaron un cable tendido que provocó el chispazo…”, dijo Pablo, voluntario que repartía agua embotellada a los encargados de sofocar el fuego.

El tiempo transcurre y el humo alcanza los 200 metros y llena de gris los árboles que rodean el terreno, bomberos pasan incontables veces; casaca verde, pantalón negro, otros más vestidos de vino con franjas amarillas, la mayoría usa casco, guantes, cubrebocas, no todos, otros se arriesgan sin usar casco y recibiendo los estragos de inhalar el olor a plástico quemado.

Con la cara manchada de humo beben agua, comen algo en platos de unicel. El agotamiento comienza a hacerse presente, unos descansan, otros continúan con las labores incesantes de las mangueras. La retroexcavadora da vueltas confundiendo la tierra acumulada con el humo del incendio. La jornada será larga, los bomberos sabedores de lo que implica extinguir todo tipo de fuego, calculan que toda la noche y parte de la mañana del jueves continúen las labores.

“El fuego seguirá toda la noche… nuestro trabajo es así inesperado, sin horarios, lo importante es que no hubo pérdidas humanas…”, comentó Israel, bombero del municipio.

Aunque son de distintas categorías y jurisdicciones hoy todos son uno y tienen el mismo objetivo, apagar el incendio. Son policías municipales, estatales, militares, elementos de Protección Civil. Son de Zinacantepec, Lerma, Toluca y Metepec. Hay pipas y ambulancias, no se registran personas lesionadas ni afectaciones a las casas aledañas.

De las quejas de los vecinos por llegar de manera tardía a la zona, los bomberos no dicen nada. 

A lo lejos en cajas de huevo llega más comida, la misma servirá para sobrellevar la extenuante jornada que les espera.

“Durante todo el día han estado por aquí más de mil personas, algunos ya se fueron, el presidente municipal vino y se fue rápido…”.  

Las primeras versiones señalaron que se trata de un depósito de neumáticos presuntamente propiedad del gobierno estatal, en el cual se habrían almacenado miles de llantas durante un programa de reciclaje que lanzó en sus últimos meses la administración del ex gobernador Eruviel Ávila Villegas. Manuel Castrejón, alcalde de Zinacantepec afirmó que el predio fue prestado a la empresa Reciclatón, la cual al parecer no cuenta con los protocolos para el resguardo de ese material.

En un montículo de tierra militares observan como el fuego sigue y no cesa. A más de un kilómetro cierran el acceso a personas y automóviles, es por su seguridad-indican-.

18:00 horas. El cielo se nubla, pero el fuego sigue, seguirá toda la noche.