Una de las obras que más utilizan los alcaldes en sus administraciones es la repavimentación. A diferencia del drenaje, por mencionar alguno, la pavimentación es visible, presumible.
Dos de las técnicas más usadas para pavimentar son el uso de asfalto y el concreto hidráulico. Sus diferencias son visibles: aunque el pavimento hidráulico es más caro su mantenimiento resulta más económico a largo plazo.
Mientras que cada metro cuadrado de pavimento tiene un costo aproximado de 561 pesos, el de asfalto es de 426. El periodo de vida útil del hidráulico es de 20 a 30 años, el del asfalto es de 10 a 15. La deficiencia del concreto hidráulico es el agrietamiento, pero es menor comparado con el reblandecimiento del asfalto por las altas temperaturas y las lluvias.
Si bien es cierto que las ventajas del concreto son mayores su costo merma la cantidad de calles que se pueden pavimentar por lo que los políticos prefieren cantidad antes que calidad. Estados Unidos de Norteamérica, Alemania, España, Bélgica y Austria son algunos de los países que han escogido al concreto hidráulico como primera opción, mientras que varios países Latinoamérica apuestan por el asfalto.
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