En una final de alto voltaje, Toluca se sobrepuso a dos desventajas en el marcador y, con un gol en el tiempo agregado, derrotó 3-2 al LA Galaxy para levantar la Leagues Cup. Fue un partido intenso, polémico y lleno de emociones, pero el verdadero espectáculo llegó después: una celebración desbordada donde cada jugador se convirtió en protagonista de una noche inolvidable.
Después de una remontada épica frente al LA Galaxy y de conquistar la Campeones Cup 2025, el vestidor de Toluca se convirtió en una auténtica zona de celebración desbordada. Apenas sonó el silbatazo final, los jugadores corrieron al camerino con el corazón a mil por hora, pero con una misión muy clara: desatar la tradicional rociada de campeón. Como si se tratara de una coreografía no ensayada pero perfectamente sincronizada, alguien agitó la primera botella —no se sabe si era champaña, refresco o lo que encontraron a la mano— y la fiesta estalló. La espuma voló por los aires, empapando camisetas, botines, y hasta los celulares que no alcanzaron a esconderse. Jugadores brincando, gritando, abrazándose, con música retumbando en las paredes y risas a carcajadas.
Antonio “el Turco” Mohamed vivió la final con intensidad absoluta.
El técnico de Toluca fue expulsado junto a su hijo tras protestar airadamente una serie de decisiones arbitrales que desataron polémica en el segundo tiempo. Obligado a ver el resto del partido desde un palco, el estratega argentino no contuvo la emoción tras el agónico gol del triunfo al 93’. Apenas terminó el encuentro, bajó eufórico al campo para unirse a sus jugadores en la celebración, fundiéndose en abrazos y lágrimas con el equipo que logró una remontada histórica bajo su mando.
Después de la intensa celebración en el vestidor de Toluca, donde la espuma, los abrazos y la alegría desbordada marcaron el cierre de una noche histórica, Paulinho regaló un momento diferente y conmovedor. En el video se le ve jugando con sus hijos, una imagen que refleja el lado más humano y familiar del jugador, lejos de la presión y la adrenalina del campo.
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alexis vega cantando su triunfo
En medio de la euforia por el título de la Campeones Cup, y con el vestidor de Toluca convertido en una auténtica fiesta escarlata, Alexis Vega se robó el show… pero no con el balón, sino con el micrófono en mano. El delantero, conocido por su carisma dentro y fuera de la cancha, tomó el centro de atención y sorprendió a todos cantando “Regalo de Dios”, éxito de Julión Álvarez, entre risas, coros y celulares grabando el momento. Con el trofeo ya asegurado y la espuma aún cayendo de los festejos, Vega mostró que también tiene talento para animar el ambiente, demostrando que, cuando se trata de celebrar, él es el alma del vestidor. La canción, cargada de sentimiento y buena vibra, reflejó el estado de ánimo del equipo: agradecidos, unidos y felices por haber escrito una página más en la historia de los Diablos Rojos.
Más allá del título y la fiesta escarlata, uno de los momentos más emotivos del festejo fue protagonizado por Bruno, quien dedicó la victoria a su padre recientemente fallecido. “La primera sin vos, viejito… sé que desde donde estés, estás festejando”, escribió el jugador en sus redes sociales, acompañando la publicación con una foto levantando la copa junto a sus compañeros. Para Bruno, esta Campeones Cup significó mucho más que un trofeo: fue una forma de honrar la memoria de su padre, de transformar el dolor en fuerza, y de celebrar con el corazón en alto. En un vestidor lleno de alegría, su mensaje recordó que, incluso en los momentos de gloria, hay ausencias que se sienten más que nunca.

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