La droga que más se consumía en el Estado de México antes de la pandemia era la marihuana; sin embargo, durante el confinamiento por el covid-19 el consumo de alcohol incrementó, explicó en entrevista, Francisco Javier Fernández Clamont, presidente del Instituto Mexiquense Contra las Adicciones (IMCA).
“En el 2020 hubo un cambio en donde el primer lugar se consumía el alcohol, en segundo lugar, la marihuana, después tabaco y otras drogas, hubo un cambio en el consumo. Esto debido a que muchas substancias no fueron importadas o materias primas para realizar otro tipo de drogas, sobre todo de china. Además, por el confinamiento la distribución de las drogas también cambió, cambió la forma de distribución de los vendedores”
De este modo las personas tuvieron un mayor acercamiento a las drogas legales como el alcohol, el tabaco e incluso fármacos sin prescripción médica.
Fernández Clamont explica que sí bien el consumo de marihuana no se propició entre los sectores que no la consumían, durante el confinamiento por el Covid-19 sí hubo un cambio de patrón en el consumo. Es decir, los consumidores de marihuana y otra drogas legales e ilegales incrementaron su ingesta en el confinamiento.
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“El estudio hemisférico sobre los patrones de consumo de substancias psicoactivas durante la pandemia de covid.19 (…) concluyó que el alcohol y el tabaco fueron las substancias más consumidas durante la pandemia. Los hombres que consumieron alcohol representan el 39.7% y las mujeres el 28.7%, mientras que el tabaco registró 31% para los varones y las mujeres 20%”, precisa.
De acuerdo con el Instituto Mexiquense Contra las Adicciones la población joven es la mayor consumidora de marihuana en la entidad, del total de los consumidores 60% tienen de 12 a 17 años y 20% registró una edad de 18 a 29 años, esto de acuerdo con las consultas por adicciones que se otorgaron en la institución.
Además, Fernández Clamont explicó que el consumo de marihuana, principalmente en etapa adolescente, tiene repercusiones en todos los aspectos de la vida y en el desenvolvimiento de los sujetos consumidores, al presentar problemas psicoemocionales.
Legalización de la marihuana: una lucha ambivalente
El pasado 4 de marzo en México se dieron nuevos pasos para legalizar el uso lúdico de la Marihuana, en un país envuelto entre la guerra contra el narcotráfico y el narcomenudeo. La legalización permitirá a los usuarios fumar marihuana y cultivar, esto último con un permiso solicitado. Además, se otorgará una licencia para los pequeños agricultores de la planta.
En cuanto a la legalización de la marihuana el presidente del IMCA señala que está medida repercutiría negativamente en el Estado de México, ya que la marihuana es de las drogas más consumidas en la entidad; afectando mayormente a la población con enfermedades mentales como trastornos de personalidad y ansiedad.
“Se está considerando la legalización lúdica o recreativa y medicinal; con la experiencia que hemos tenido de otros países vemos que al momento de legalizarse sí hay un incremento exponencial del consumo, el problema es para quienes tienen enfermedades como trastornos mentales”, argumentó.
Algunas organizaciones y asociaciones que luchan por la legalización de la marihuana plantean que esta reforma disminuiría la violencia que genera el tráfico de drogas y el cultivo ilegal. En el Pódcast “Desintoxicando narrativas: mujeres y cannabis en México”, episodio Sembrando Paz se argumenta que la guerra contra las drogas en México ha ocasionado incremento de la violencia, desapariciones y desplazamientos forzadas.
Además de ser una política punitiva que encarcela a los ciudadanos más pobres y vulnerables, siendo las mujeres las más afectadas.
“La mayoría de la gente piensa que la guerra contra las drogas logra que encarcelen a personas como el chapo y en realidad cuando ves los números la mayoría de las personas que son encarceladas por este delito o delitos relacionados contra la salud son mujeres en situación de vulnerabilidad”
No obstante, los expertos en materia legal aseguran que esto no sucederá así, ya que el dictamen no contempla la construcción de paz; por lo que es urgente en trabajar una política publica que contemple de manera profunda las ambivalencias que trae la legalización de la marihuana.