El Estado de México se encamina hacia una reforma profunda de su sistema de pensiones. A partir de enero, el Congreso local abrirá foros para discutir el aumento en la edad de jubilación del ISSEMyM, confirmó Francisco Vázquez, presidente de la Junta de Coordinación Política. La revisión será el primer paso antes de votar los ajustes incluidos en el Paquete Fiscal de 2026.
Vázquez adelantó que los ajustes se aplicarían únicamente a los nuevos trabajadores, con efectos proyectados dentro de 20 o 25 años. “Esta propuesta de que se mueva la edad de jubilación sea en beneficio, pero de los nuevos trabajadores y que no sea en perjuicio de los que están.”, aseguró. El legislador advirtió que, sin cambios, el modelo actual corre riesgo de colapsar.

El legislador advirtió que el modelo actual es insostenible. Hoy, los jubilados acumulan más años recibiendo pensión que trabajando. Esa brecha, explicó, amenaza con desbordar las finanzas públicas. “Vamos a tener un momento dónde se va a colapsar porque no va a alcanzar que tengan más jubilados que más trabajadores y eso es lo que tenemos que evitar”, afirmó.
El análisis se extenderá en un aproximado de dos meses. La meta, dijo, es pensar más allá de 2026 y anticipar el escenario de 2035 y 2040, cuando quienes hoy cotizan lleguen a la edad de retiro.

¿Qué cambiará?
La iniciativa propone que la edad mínima para jubilarse aumente de forma escalonada:
- 63 años para quienes laboren y coticen a partir de 2027.
- 64 años si comienzan en 2028.
- 65 años para quienes ingresen en 2029.
El incremento aplica únicamente a quienes se incorporen por primera vez o reingresen al servicio público a partir del 1 de enero de 2026, tras una separación mayor a seis meses y un día. Los derechos adquiridos se respetarán: los cambios no serán retroactivos.
¿Cómo quedan las modalidades de pensión?
- Retiro por edad y tiempo de servicio: se mantienen los 65 años de edad y 17 años de cotización.
- Pensión por edad avanzada: conservará los 70 años y 15 años de cotización.
El ajuste gradual pretende adecuar el sistema a las condiciones demográficas actuales y asegurar su operatividad financiera a largo plazo.

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