El paseo de los accidentes, de la inseguridad, de las marchas, pero también de árboles que se mantienen en pie pese al avance de la urbe fue “abrazado” por la población durante 21 días de campamento y protestas que lograron cancelar el proyecto de túnel de acceso a Galerías Toluca y los Retornos sobre Paseo Tollocan que generaría la tala de más de 150 árboles.
El 20 de junio de 2017, luego de una asamblea ciudadana se instaló el “Campamento Abracemos Tollocan”; familias, estudiantes, trabajadores y la más amplia diversidad de activistas se hicieron presentes en un espacio que apenas unos días atrás había visto pasar otra protesta ciudadana que frente al IEEM cuestionaba los resultados de las elecciones a Gobernador.
Para saber más: ¿Qué fue de Abracemos Tollocan?
Las casas de campaña se dispusieron en el césped verde, los víveres comenzaron a apilarse, las mantas se hicieron presentes en alrededores y las asambleas dieron a conocer las diferencias y coincidencias dentro del movimiento.
Con la instalación del campamento el Gobierno del Estado emprendió mediáticamente la defensa de los intereses de las minorías empresariales de Grupo Galerías, que había destinado 140 millones de pesos para el proyecto.
Por su parte, las experiencias del activismo y la población que aportaba de distintas maneras logró atraer artistas, pronunciamientos políticos y solidaridad que desbordó los límites de las luchas que le antecedieron, pasando las condiciones adversas de lado del Gobierno que tuvo que agilizar los diálogos para buscar una salida.
Al cumplirse los 20 días de iniciado el Campamento tuvo un punto de quiebre, el Gobierno del Estado de México se comprometió de palabra a cancelar la obra, para una parte del movimiento fue suficiente, para otra más desconfiada de los acuerdos entre políticos eso no lo era.
Esa noche no fue sencilla para las 11 personas que decidieron mantenerse al menos un día más que los desmarcara de los acuerdos en los que no se sentían incluidos, en su pensar el mantenerse reafirmará una postura más consecuente con el compromiso que se había hecho durante las asambleas.
Una noche más de escuchar el tren entre sueños y por un instante confundirse y sentir que están en medio de las vías, pues el fuerte ruido rompía y alteraba la serenidad de cualquiera; sin embargo, este no fue el único ruido fuerte que se mantendría en sus recuerdos.
Los gritos de un comando armado rompieron la calma de la noche y se acompañaron de golpes, amenazas y robo de pertenencias; espantados, aturdidos y molestos los activistas que en su mayoría eran menores de 25 años, tuvieron que afrontar la traumática situación para hacer una denuncia inmediata a través de redes sociales y convocar a la prensa.
Por la mañana los medios de comunicación ya hacían su parte y la noticia alcanzaba el carácter nacional, mientras tanto las víctimas de la agresión llamaban a una movilización y denunciaban que la agresión se había ejecutado por policías, responsabilizando al gobierno de Eruviel Ávila.
Por la tarde los activistas se rodearon de decenas de personas solidarias, que caminaban con la indignación compartida a palacio de gobierno, por su parte acorralado por la situación el Gobernador Eruviel Ávila anunciaba la cancelación definitiva del proyecto.
Con el triunfo los participantes del movimiento se disgregaron en proyectos y distintas formas de activismo. Tres años después muchos han seguido siendo actores de cambio de nuestra ciudad.