¿Campañas sin diversidad sexual? ¡Urnas sin votos!

La carrera por ocupar la gubernatura del Estado de México ha iniciado oficialmente. Siete son las y los aspirantes que buscarán ocupar la silla de Lerdo.  Gane quien gane el próximo cuatro de junio, algo debe recordar: gobernará para todas y todos, incluyendo a la población LGBTTTI. Ni siquiera una semana ha pasado del arranque […]

La carrera por ocupar la gubernatura del Estado de México ha iniciado oficialmente. Siete son las y los aspirantes que buscarán ocupar la silla de Lerdo.  Gane quien gane el próximo cuatro de junio, algo debe recordar: gobernará para todas y todos, incluyendo a la población LGBTTTI.

Ni siquiera una semana ha pasado del arranque de campañas y la época de las promesas eternas, el reparto de dádivas de todos colores, el juramento perpetuo de que “ahora si la situación en el estado mejorará”, la guerra sucia y el despilfarro de recursos en promocionales ya dieron sus primeros frutos. Seguridad, desarrollo económico y combate a la corrupción han sido los ejes nodales del inicio del show político.

Todo mundo ha  puesto sobre la mesa que el Estado de México ocupa los deshonrosos primeros lugares  en feminicidios, secuestros, homicidios dolosos, violaciones contra las mujeres, pobreza, corrupción, robos o desempleo, pero nadie discute que la entidad ocupa el segundo lugar en crímenes de odio por homofobia, lesfobia, bifobia o transfobia. Nadie se acuerda que la intolerancia, la discriminación y el odio contra quienes no forman parte del modelo heterosexual, ha cobrado 71 vidas, en promedio, cada año entre 1995 y 2016.

Alfredo del Mazo con su impoluto peinado no se ha pronunciado por la necesidad de tipificar los crímenes de odio por la orientación sexual o identidad de género. Josefina Vázquez Mota y su visión del “cuchi cuchi” no ha contemplado legalizar el matrimonio igualitario. Delfina, con todo y sus dos maestrías, se dice portavoz del pueblo, pero en sus discursos nunca se refiere a las necesidades de la población trans. Tampoco lo ha hecho la izquierda amarillista de Juan Zepeda, quien ni siquiera  defendió como se debe los derechos humanos de la población LGBTTTI en el Congreso local  ¿Acaso lo hará si llega a ser gobernador?

La población LGBTTTI también somos ciudadanos y ciudadanas. Existimos. Merecemos los mismos derechos, la misma seguridad, la misma protección. Lo hemos dicho y lo reiteramos, no queremos privilegios, exigimos igualdad y justicia. El no incluir a este sector de la ciudadanía en sus propuestas de campaña, seguirá mandando un mensaje reiterativo: homofobia sexenal  por acción u omisión.

No permitiremos que otra administración siga atropellando nuestra dignidad. No dejaremos que su olvido siga callando nuestras voces.  Sea quien gane, su obligación, por ley, está en garantizar una vida plena para las y los ciudadanos. En sus manos está seguir siendo cómplices de la homofobia o defender los derechos humanos.

Las piezas del tablero están en la mesa. Les toca dar la siguiente jugada. Si van #FuerteYConTodo, háganlo contra la discriminación. Si van hacer #MásQueUnCambio, empiecen por desterrar la homofobia de su partido. Si #LaEsperanzaSeVota que sea a favor de la diversidad sexual. #SÍPueden con el paquete, garanticen los mismos derechos a todas y todos.

¡Nos vemos en las urnas!

Gracias por leernos. Examine las propuestas y analice su voto mientras esperamos sus comentarios en nuestra cuenta de Twitter @FDCRadio