Los nuevos planes y programas de educación básica ya llegaron, quizá para quedarse, recordando que en julio de 2016 la Secretaría de Educación federal (SEP), presentó su llamada “propuesta curricular para la Educación Básica 2016”, dando a conocer los contenidos de preescolar y primarias organizado en ciclos: primer y segundo grados, tercer grado y de cuarto a sexto grados; secundarias de manera separada de primero a tercero.
En ese documento la SEP los denominó aprendizajes clave organizados en campos formativos: lenguaje y comunicación, pensamiento matemático, exploración y comprensión del mundo natural y social; incluyendo desarrollo personal y social, otorgando los cuestionados ámbitos de la autonomía curricular.
Casi un año después, en marzo de 2017, la SEP lanzó su modelo llamado “para la educación obligatoria: educar para la libertad y la creatividad”, planteando una escuela al centro educativo para favorecer una llamada cultura del aprendizaje, en una supuesta comunidad con autonomía de gestión, que contará con asistencia, acompañamiento y supervisión pedagógica, nótese pedagógica, que no administrativa, rubros prometidos desde la reforma al artículo tercero y 73 constitucionales, que hasta la fecha no se han cumplido con los maestros de nuevo ingreso; en este modelo se dio a conocer la tira curricular de preescolar a educación media superior.
Por cierto, en el tema, las reacciones del profesorado son las mismas de siempre, de nueva cuenta las quejas se dan en conversaciones telefónicas, reuniones de café, grupo ocasionales, redes sociales, convivencias de fin de semana, después del futbol, entre otras, nada serio que preocupe a la autoridad. A estas alturas como siempre la desinformación gana terreno, muchos profesores aseguran no saber nada de los documentos referidos en los párrafos anteriores.
La aplicación para el ciclo escolar 2018-2019 será en preescolar, primer y segundo grados de educación primaria; secundarias en primer grado y en primer semestre de preparatorias para, supuestamente, no afectar al alumnado que cursa actualmente en algunos de los niveles educativos, quienes deben concluir sus estudios con la tira curricular actual. Por cierto, hay muchos profesores de primaria asegurando que les dijeron la aplicación será de primero a sexto grados, como parte de las confusiones informativas en la entidad.
Para el inicio de la aplicación se tendrá que capacitar a los maestros que tendrán a su cargo a los alumnos que iniciarán sus estudios en estos planes y programas, dados a conocer el año pasado. Con este propósito la Secretaría de Educación Pública ha lanzado una convocatoria nacional para el registro en lo que llaman “Oferta de cursos en línea Colección de Aprendizajes Clave”, en educación básica, en la parte que interesa a la letra dice:
Se convoca “al personal Docente de Educación Inicial, Preescolar, Primaria, Secundaria y personal con funciones de Dirección de Educación Básica en servicio, a participar en el proceso de actualización que emite la Dirección General de Formación Continua, Actualización y Desarrollo Profesional de Maestros de Educación Básica, a través de la oferta académica de formación, de los cursos en línea “Colección Aprendizajes Clave del Modelo Educativo para la Educación Obligatoria”.
Hace notar en su espacio de consideraciones que el proceso de formación será autoadministrable, en cuanto a los tiempos que establezca el participante para el desarrollo del curso, sugiriendo el uso de al menos cuatro horas semanales; por supuesto, estas horas no serán incluidas en el horario de la jornada laboral, se restará a los tiempos familiares o de descanso y recreación del maestro.
Las cuatro horas de “autocapacitación” no recibirán ninguna remuneración económica de la SEP, generará costos como el pago del internet, problemas de saturación de la red y grandes dificultades a los docentes que aún no manejan plataformas que requieren de una cuenta personal de correo electrónico y redes digitales.
El panorama es desalentador para un gran número de profesores, se dice que muchos piensan ya en su pronta jubilación.
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