Más que la construcción y las minas, la rama de la industria más peligrosa del Estado de México son los centros comerciales y los supermercados. De acuerdo con Jorge Díaz Galindo Hurtado, oficial mayor de la Confederación de Trabajadores de México en el Estadode México, los accidentes, en los que se ven involucrados principalmente los jóvenes, se dan por una mala inducción a los protocolos de Protección Civil.
“Porque son trabajadores jóvenes que realizan sus labores por horas y no reciben una inducción al puesto, pues la empresa no les habla sobre el cuidado y manejo en el transporte de mercancías, es decir, usan los montacargas sin tener la licencia de montacarguistas”.
Los centros comerciales y supermercados reportan el doble de accidentes que el sector comercio a nivel nacional, es decir, rebasan el 6.4 por ciento por cada 100 trabajadores, además, las amputaciones son de las principales secuelas que quedan entre los empleados. “Es muy lamentable que un trabajador de 19-20 años quede con una lesión permanente como la amputación de un dedo o de un miembro”. Afortunadamente, hasta el momento no se han registrado fallecimientos en este sector.
Por otro lado, en periodos vacacionales los jóvenes buscan un trabajo para solventar sus gastos a pesar de no saber nada en el ramo y son los supermercados los que en mayoría hacen contrataciones.Actualmente en México se reporta que de cada 100 riegos de trabajo, 90 son accidentes y 10 enfermedades.
Por su parte, el Instituto Mexicano del Seguro Social informó que las eventualidades producidas a consecuencia de las actividades laborales han tenido una disminución en los últimos años, en cambio, se ha presentado un incremento de las enfermedades de trabajo producto de factores psicosociales y ergonómicos.
El IMSS zona poniente, cada año gasta aproximadamente cerca de 300 millones de pesos en incapacidades, de éstas, una de las principales razones son los accidentes laborales por la falta de protocolos de seguridad en las empresas. “Los accidentes de trabajo no sólo representan el daño físico para el trabajador que lo sufre, representa también un gasto para el seguro social y para la empresa”