Actos «libidinosos», asaltos y prostitución, son algunos de los problemas que según vecinos consultados, atraen consigo las funciones de filmes porno en el cine Apolo, ubicado en la colonia Valle Verde en la zona de la Terminal en Toluca.
El establecimiento ubicado en la calle Iztaccíhuatl casi esquina con Pico de Orizaba, opera en la zona desde hace varios años pese a los cierres parciales que se le han aplicado por no cumplir las normas sanitarias.
«Lo cierran y los dueños lo abren nuevamente, no sabemos cómo le hacen pero les permiten abrir nuevamente, los dueños vienen del Distrito Federal y ni quien se meta con ellos por eso mejor como sino vemos», externó una de las locatarias de la zona, que por temor a represalias solicitó el anonimato.
En agosto de 2014, el cine fue cerrado por la Comisión para la Protección Contra Riesgos Sanitarios del Estado de México (Coprisem), por incumplir normas sanitarias en su funcionamiento y pese a los oficios y quejas de vecinos para que no abriera, el lugar ha vuelto a otorgar funciones a sus clientes.
«Ya hemos ingresado solicitudes como parte de vecinos de la manzana pero no nos hacen caso, y como sabemos que luego toman represalias, mejor intentamos acostumbrarnos y evitamos tener contacto con los encargados», dijo el jefe de manzana de la zona.
El lugar, según locatarios de la calle Iztaccíhuatl, atrae a mujeres que ofrecen en distintos horarios servicios sexuales, así como estudiantes y jóvenes que provienen de otros municipios, incluso menores de edad, aunque en la entrada del cine, se específica que no se permite su acceso.
Según los letreros de la entrada, las funciones inician desde las 10:00 horas y se extienden hasta las 20:00 horas, mediante permanencia voluntaria, además se específica que no se permite el acceso a menores de edad y de bebidas alcohólicas.
La taquilla y el acceso es custodiado por dos hombres, quienes supuestamente impiden que menores de edad y personas armadas ingresen al lugar.
Sin embargo, de acuerdo usuarios, al interior de las dos salas con que cuenta el cine, no hay vigilancia y control para evitar que menores de edad y personas dedicadas a robar ingresen.
«Por lo regular entramos para ligar y claro que se puede a eso venimos desde el Distrito Federal porque ya conocemos el cine», mencionó uno de los clientes del establecimiento.
Alfa Diario preguntó sobre los cierres y los permisos del lugar, sin embargo los encargados del negocio evitaron otorgar cualquier detalle de su operación.