Los daños que de forma principal ha provocado la humedad en la parroquia de San Vicente Ferrer serán restaurados de manera coordinada por el Programa de Apoyo a Comunidades para Restauración de Monumentos y Bienes Artísticos de Propiedad Federal (FOREMOBA).
Es importante mencionar que este inmueble histórico fue fundado en el siglo XVI, en el año 1528, por los religiosos Dominicos.
En entrevista con AMAQUEME, el arquitecto e historiador del arte sacro, Jorge Omar Segovia Balmes, y el presidente de la Comisión Nacional de Artesanos, Jaime Pérez Guajardo, hablaron acerca de lo que llamaron «Conjunto Conventual» y del proyecto que se tiene planeado para su rehabilitación.
Segovia Balmes se enfocó en el «Conjunto Conventual», que, precisó, está conformado por tres elementos importantes.
«Primeramente, el atrio que en aquellos tiempos se usara como campo santo y sitio de congregación de los fieles bautizados; segundo elemento importantísimo: la iglesia conventual con una de las fachadas más bellas del siglo XVI, y un tercer elemento es el claustro, de dos niveles, uno bajo y otro alto, donde ellos (los Dominicos) tenían habitaciones».
Aseguró que la parroquia de San Vicente Ferrer es como un organismo vivo que nace, se desarrolla, crece y, a lo largo del tiempo, tiene sus problemas, pues le surgen daños y enfermedades.

«Van apareciendo hundimientos, hay desplomes en los muros y eso ocasiona grietas, hay humedad y se van ocasionando problemas más graves, sobre todo si no se le da mantenimiento».
Destacó que la esquina sur poniente del inmueble requiere de una pronta intervención, ya que se encuentra en riesgo de colapsar.
Además, puntualizó que dicha esquina se ha visto afectada por la humedad, ya que al contar con una cubierta de teja y un maderamen, que en su mayor parte está podrido, permite la filtración del agua a la cubierta y a los muros.
«Los muros están con un daño y, si no se atienden, pues con el tiempo los deterioros serán mayores»
Es importante mencionar que el apoyo de la comunidad es fundamental en este proceso de restauración, guiados por el párroco en funciones Rafael Cachú Torres, cuya principal función será reapropiarse del «Conjunto Conventual».
«¿A qué me refiero con reapropiarse? Es volver a asumirla como propia, al sentirlo propio tienen la responsabilidad de restaurarlo, de mantenerlo, a veces se nos complica entender que mantenimiento es una cosa de todos los días, no solamente de una etapa de restauración, en ese sentido, la función de la comunidad es muy importante, quizá no tan tangible o visible, pero fundamentalmente es volver a tomarlo como suyo y responsabilizarse de él».

Durante la reunión realizada el sábado 30 de agosto, a la que asistieron feligreses, integrantes del comité de restauración, autoridades auxiliares y municipales, se tomó como acuerdo realizar colectas en el pueblo, que serán coordinadas por el comité de restauración.
Asimismo, el presidente municipal de Ozumba, Ricardo Valencia, reafirmó su compromiso con la comunidad y se comprometió en apoyar de manera igualitaria el proyecto de restauración.
El presidente de la Comisión Nacional de Artesanos, Jaime Pérez Guajardo, realizará una invitación a la comunidad en general para participar en este importante proyecto.
«Ante todo y primero, felicitarlos por su organización, ya tienen un comité organizado que ya tiene experiencia en otras intervenciones importantes y eso quiere decir que hay confianza en la comunidad».
También alentó a los ciudadanos a cuidar del patrimonio que tiene esta comunidad y hacerlo crecer.
«Este monumento de gran valor histórico, de gran valor artístico, que posee lugares de conocimiento, porque lo que no se conoce es difícil apreciarlo, es bueno recibir información y cursos sobre el gran valor del patrimonio que todos los habitantes de Chimalhuacán tienen».
De acuerdo con información de AMAQUEME, en esta parroquia fue bautizada la décima musa sor Juana Inés de la Cruz en 1651 y la pila bautista original se encuentra en la entrada.
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