Toluca y Metepec mantienen en 2025 altos índices de violencia e inseguridad, de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), reportes municipales y registros vecinales.
En la capital mexiquense, cinco colonias concentran el 14 % de los 810 incidentes de violencia registrados en marzo —principalmente reportes al 911 por violencia familiar, lesiones y delitos sexuales—. El listado lo encabezan San Sebastián y Vértice, seguidos de De Jesús 1ª Sección, Pueblo Nuevo II, Moderna de la Cruz I y Seminario 4ª Sección I. La violencia familiar representa cerca del 80 % de los casos, con picos en tardes y noches de fines de semana.
En Metepec, la tasa municipal alcanzó los 880 delitos por cada 100 000 habitantes en 2025. Aunque el informe no publica cifras desglosadas por colonia, los reportes ciudadanos y listados oficiales previos identifica como focos rojos a San Andrés La Pila, Casa Blanca, Izcalli, Andrés Molina y San Jerónimo Chicahualco. En estas zonas predominan el robo a negocio y a transeúnte, así como lesiones, con reportes adicionales de narcomenudeo y acoso en espacios públicos.
Datos de la ENSU
Los resultados de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del INEGI añaden un elemento clave al diagnóstico: en Toluca, la percepción de inseguridad en Toluca pasó de 76.1 % en marzo a 78.9 % en junio, superando el registro de 76.5 % del mismo mes en 2024. Además, el porcentaje de personas de 18 años y más que dijeron haber tenido conflictos o enfrentamientos creció de 38.8 % en el primer trimestre a 41.9 % en el segundo.
En Toluca, la violencia familiar sigue continúa siendo uno de los problemas más fuertes en la incidencia delictiva, lo que requiere estrategias de prevención comunitaria y atención temprana.
En Metepec, la concentración de delitos patrimoniales y agresiones en pocas colonias sugiere que operativos focalizados y sistemas de videovigilancia en zonas comerciales podrían reducir los índices. Sin embargo, la persistencia de estos puntos rojos, año tras año, indica que las intervenciones reactivas no son suficientes.
Mientras la percepción ciudadana se mantiene en niveles críticos —ocho de cada diez habitantes del Estado de México se sienten inseguros según la ENSU—, el desafío para las autoridades es articular políticas que combinen vigilancia efectiva, inteligencia policial y programas de cohesión social para atacar las causas y no solo los síntomas de la inseguridad.
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