"Como un ruido…", la naturalidad burlona de Federico Vite

Toluca, Estado de México; 30  de septiembre de 2019. Federico Vite habla pausado, en divertido contraste a la narrativa que su libro Como un ruido de grandes aguas contiene: siete cuentos que, dice él, tienen que ver con la fe en la ciudad. -A poco te comieron la lengua los ratones […] segundos después me enteré que no tenía lengua; […]

Toluca, Estado de México; 30  de septiembre de 2019. Federico Vite habla pausado, en divertido contraste a la narrativa que su libro Como un ruido de grandes aguas contiene: siete cuentos que, dice él, tienen que ver con la fe en la ciudad.

-A poco te comieron la lengua los ratones […] segundos después me enteré que no tenía lengua; también, de su nombre: Magda. 

Vite es originario de Guerrero, vive en Acapulco, un sitio donde se sabe de violencia, tema que en su escritura entra y sale pero que, en esta ocasión, se aborda con un sentido del humor inusual, como “imágenes que ridiculizan el paso o la residencia en esta tierra”.

Piensa en el olor a fresas de aquel paisaje, en la carne pútrida sobre los huesos de la vaca, en el aroma frutal sobre la imagen contundente de la muerte

[jprel]

Por razones sentimentales, Vite escribe siempre en relación con Acapulco, por eso en ocasiones la violencia define las emociones de su narración; en el puerto entre 6 y 8 personas son asesinadas diariamente del 2006 al 2019; “si no me preocupara eso significaría que yo vivo con muchas comodidades […] lo hago para tratar de entender por qué se fue al diablo esto..”.

Libro del escritor guerrerense Federico Vite

La literatura del género que sea describe las relaciones entre seres humanos o no humanos o personas no humanas: “ese es el tablero de ajedrez en que estoy poniendo en práctica los movimientos de estas piezas”. 

-Mire, la verdad es que si buscamos, vamos a encontrarles algo al negocio. Mejor, ni usted sale afectado ni yo dejo de hacer mi trabajo. Póngale una cuota diaria, mi amigo…

Este libro, publicado por el Instituto Municipal de Arte y Cultura de Puebla y presentado recientemente en el Centro Toluqueño de Escritores, es el número trece de Vite, quien publica con universidades, institutos culturales y editoriales independientes, porque le interesan esos ámbitos, al margen de los obstáculos que ha encontrado para hacerlo en editoriales comerciales.

En Como un ruido de grandes aguas predomina la narración en primera persona, la naturalidad burlona y una tensión dramática sostenida que casi siempre al final explota en una sencillez cotidiana casi paródica. 

Trabajamos para La Maña y por estar aquí tienen que dar una lana diario, si no, bien fácil se resuelve esto: fuego a todo y la verdad está bien chingón el puesto.

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