Con menor afluencia y presupuesto reducido concluye el Festival de la Almas 2018.

El Festival de las Almas, que se organiza año con año en Valle de Bravo desde 2002, concluyó con la participación del músico cubano Eliades Ochoa. Los asistentes a la Alameda Bicentenario “La Velaria” -que en ediciones anteriores albergó la presentación de artistas como Fito Paez y Joaquín Sabina- bailaron al ritmo del son y […]

El Festival de las Almas, que se organiza año con año en Valle de Bravo desde 2002, concluyó con la participación del músico cubano Eliades Ochoa. Los asistentes a la Alameda Bicentenario “La Velaria” -que en ediciones anteriores albergó la presentación de artistas como Fito Paez y Joaquín Sabina- bailaron al ritmo del son y el bolero cubano a pesar de la lluvia que no dejó de caer durante todo el concierto.

Esta edición, el festival contó con un programa sencillo entre cuyas presentaciones estelares se encontraron la Orquesta Sinfónica del Estado de México, Edmar Castañeda, el Ballet Folclórico del Estado de México,  Sonido San Francisco, los Caligaris, la Orquesta Filarmónica Mexiquense, los piromusicales Jarocho y el mencionado Eliades Ochoa. Programa modesto que, sin demeritar la calidad de los artistas, pudo presenciar un reducido grupo de personas en comparación con anteriores ediciones.

 

En el 2017, el festival se realizó con una aportación federal de 5 millones 800 mil pesos y de 10 millones del gobierno estatal; era reciente lo ocurrido en el país por el sismo del 19 de septiembre y una de las consignas fue demostrar que el “Estado de México se encontraba de pie” aún cuando el presupuesto asignado a la realización de esta actividad había sido reducido a la mitad.

Para este festival se invirtieron, según la propia secretaria de Cultura, Marcela González Salas, 15 millones de pesos de recursos federales y estatales, estos últimos aumentados con la intención de compensar la reducción de la partida federal que, en términos nacionales, se redujo de 15 mil millones a 12 mil de 2016 a 2018.

El esfuerzo de la secretaría por mantener una afluencia considerable y lograr la esperada derrama económica de más de 30 millones de pesos por hospedaje, restaurantes y venta de artesanías no fue palpable en las calles de Valle Bravo, donde los lugares de comida, tiendas de artesanías y bares mostraron una afluencia apenas un poco por encima de los fines de semana comunes.

Sin embargo, habrá que esperar el balance de la secretaría, así como un esfuerzo adicional en la conformación de un programa que, evidentemente, se circunscribe a fronteras más cercanas y a públicos más locales; no obstante, en éste, el cierre y la calidad de Eliades Ochoa permitieron a las autoridades bailar antes de empezar a pensar en lo que deparará el festival del próximo año.