UAEMex y la transición: Entre el cambio y la influencia del pasado
Hace exactamente cuatro años, el 12 de febrero de 2021, el Consejo Universitario aprobó la convocatoria para la elección de rectoría. Ahora es el momento de emitirla nuevamente. Sin duda, el proceso ha tomado temperatura, pero no lo suficiente para justificar la histeria. No hay razones para prever problemas, siempre y cuando se garantice la libertad y el respeto a las reglas dentro de la comunidad de la UAEMex.
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El peso del pasado en la elección universitaria
Es comprensible —aunque no justificable— que los exrectores intenten influir en la sucesión en curso. Sin embargo, que lo logren es otra historia. La transformación política también alcanza a la Universidad Autónoma del Estado de México. El ciclo que comenzó con el toluqueño Juan Josafat Pichardo ha concluido con Carlos Barrera. Son nuevos tiempos.
Dos de los exrectores, José Martínez Vilchis y Efrén Rojas Dávila, han transitado del PRI a Morena, pero eso no les otorga una posición privilegiada en la elección universitaria. Efrén se mantiene cercano al grupo de Higinio Martínez, mientras que Pepe ha encontrado cobijo en el delfinismo.
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Gobernabilidad y orden público: El desafío de la transición
El buen gobierno se percibe en el orden del espacio público. Con el cambio de administración, se ha generado un vacío de autoridad que ha derivado en caos y anarquía. Un claro ejemplo es la crisis del tránsito en Toluca y Metepec, donde la desorganización es absoluta. La ausencia de policías que regulen la vialidad es incomprensible. La principal vía de acceso a la capital, Paseo Tollocan, se ha convertido en un terreno sin ley donde nadie respeta las normas. El transporte pesado, que tiene prohibido circular por la vía rápida, se ha adueñado de ella.
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El cambio no es inmediato, pero es necesario
Nadie dijo que la transformación sería fácil o rápida. Dudar de que la mayoría democrática tomó la mejor decisión en 2023 al apostar por el cambio es un acto de perversidad o conveniencia. Las cosas están mejorando en el Estado de México, quizá no al ritmo deseado, pero hay avances. Paciencia.

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