Creciente indignación por el veto migratorio de Trump

Una avalancha de críticas cayeron sobre Donald Trump, tras su decisión de cerrar las fronteras a todos los refugiados y a ciudadanos de siete países musulmanes. Miles de manifestantes se reunieron este domingo ante la Casa Blanca en Washington, en Nueva York en un parque a la vista de la Estatua de la Libertad, en […]

Una avalancha de críticas cayeron sobre Donald Trump, tras su decisión de cerrar las fronteras a todos los refugiados y a ciudadanos de siete países musulmanes.

Miles de manifestantes se reunieron este domingo ante la Casa Blanca en Washington, en Nueva York en un parque a la vista de la Estatua de la Libertad, en Boston y en otras ciudades y aeropuertos del país, en repudio de un presidente que anunció el cierre de fronteras de manera selectiva para supuestamente luchar contra la inmigración clandestina y, principalmente, contra el yihadismo.

El decreto, que entró en vigor el viernes, prohíbe el ingreso durante 120 días en Estados Unidos de todos los refugiados, sea cual sea su origen, y durante 90 días a ciudadanos de siete países de mayoría musulmana: Irak, Irán, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen.

Tras ello, 109 personas han sido detenidas desde el viernes a su llegada a Estados Unidos, aunque tuvieran visa válida. La intervención el sábado de una jueza federal de Nueva York, posibilitó que la mayor parte de ellos fueran autorizados a entrar al territorio estadounidense.

Pero el decreto sigue en vigor en el resto del mundo, y las aerolíneas rehúsan que aborden ciudadanos de los siete países alcanzados por la medida, aunque posean una visa en regla.

La Casa Blanca defiende la decisión, al afirmar que se trata de un acto para "no dejar que se infiltre gente que pretenda perjudicarnos".

Indignación internacional

Irán es hasta ahora uno de los países más afectados por la gran cantidad de ciudadanos que tienen visas de trabajo o de estudios de Estados Unidos. Teherán, en respuesta, instauró medidas similares contra los estadounidenses, y el cineasta iraní Asghar Farhadi, nominado a los Oscares, anunció que no acudirá a la ceremonia que se celebra en febrero en Los Ángeles, California, y denunció las restricciones impuestas por Trump.

En Europa, el presidente francés François Hollande y la canciller alemana Angela Merkel se sumaron a las críticas contra Trump.