Desde el domingo 7 de enero, Ecuador se encuentra sumido en una crisis de violencia, con revueltas tanto prisiones como en varias localidades del país.
En respuesta a los disturbios, el presidente Daniel Noboa, de 36 años, anunció el lunes 8 de enero el estado de emergencia y un toque de queda en todo el país, a través de un mensaje en su cuenta de Instagram.
Estallido de la violencia
La crisis de violencia en Ecuador comenzó el 7 de enero, cuando el líder pandillero de «Los Choneros», Adolfo Macías, se escapó de la prisión antes de que lo trasladaran a una cárcel de máxima seguridad. No es la primera vez que Macías logra evadir la cárcel, ya que en 2013 también protagonizó una fuga.
La violencia se intensificó el 8 de enero, con disturbios en al menos seis prisiones, donde reclusos tomaron alrededor de 150 guardias y funcionarios como rehenes, aunque a algunos los liberaron
Asimismo, 39 reclusos lograron escapar de una prisión en Riobamba, posteriormente, recapturaron a algunos. Ante esta situación, el presidente Noboa declaró el estado de emergencia.
El 9 de enero, la violencia se extendió a las calles con el asesinato de dos policías y el secuestro de otros siete, tiempo después, liberaron a tres de ellos.
Entre los actos violentos más destacados resalta el de un grupo armado que irrumpió en un estudio de televisión durante una transmisión en vivo, manteniendo a los periodistas bajo amenazas de arma de fuego. Más de una docena de personas del grupo fueron detenidas.
En respuesta a estos acontecimientos, el presidente Noboa designó a 22 grupos criminales como organizaciones terroristas y lanzó una ofensiva militar.
De manera contundente, afirmó que no negociará con «terroristas» y el gobierno atribuyó la violencia a los planes de construir una nueva prisión de alta seguridad y trasladar a los líderes de las bandas delictivas encarcelados.
Acciones del gobierno
Entre las medidas adoptadas por el gobierno se incluye la declaración del estado de emergencia por 60 días, permitiendo patrullas militares, incluso en las cárceles, y estableciendo un toque de queda nocturno a nivel nacional.
En un decreto actualizado, Noboa reconoció un «conflicto armado interno» en Ecuador e identificó a varias bandas criminales como «organizaciones terroristas y actores no estatales beligerantes», ordenando a las fuerzas armadas neutralizar a dichos grupos. La situación continúa evolucionando, y el país se mantiene en alerta ante la complejidad de esta crisis sin precedentes.