La Oficina Ecuménica para la Paz y la Justicia de Múnich criticó la actitud de la Unión Europea (UE) en torno a los caso de Iguala y Tlatlaya y la calificó como de “perrito faldero con la agilidad de un elefante y la fuerza de un ratón”.
Daniel Tapia Montejo, encargado para México de dicha oficina, aseveró que las declaraciones de los representantes de la UE no sólo llegan tarde, sino que son débiles de contenido y complacientes con el gobierno federal mexicano.
Agregó que en vez de solidarizarse con los familiares de los desaparecidos y de los civiles muertos, los representantes europeos solamente se condolieron con ellos, como si los hechos hubieran sido causados por un trágico accidente y en cambio, aplaudieron las declaraciones del Ejecutivo mexicano, que sólo son promesas, las cuales a la luz de los hechos ya se están desvaneciendo.
En el caso de los estudiantes normalistas, Tapia Montejo dijo que aún falta atender adecuadamente a las familias de los desaparecidos y permitir al equipo argentino de antropología forense (único que cuenta con la confianza de los familiares) trabajar sin trabas burocráticas.
También refirió que se debe hacer un manejo honesto de la información, pues a juzgar por cómo se han dado las declaraciones y comunicaciones del gobierno federal, no es “descabellado sospechar que se hace de forma estratégica y no completamente transparente”.
Agregó que era necesario que la intervención de la UE respaldara la postura de los diputados y las diputadas del parlamento europeo respecto a la propuesta de suspensión del Acuerdo México-UE dada la actual crisis de derechos humanos. Por el contrario, pareciera que está abocada a ayudar a las dependencias del gobierno mexicano en la tarea de control de daños.
Según Tapia Montejo esta actitud es reprochable, ya que de confirmarse las denuncias de los normalistas de cómo se dieron los hechos, no sólo se estaría frente a un crimen de Estado, sino que por la cantidad de personas involucradas y el sistema con que se actuó, se constituiría un crimen de lesa humanidad.
Por último, la Oficina Ecuménica para la Paz y la Justicia de Múnich saluda sincera y solidariamente a las familias de los estudiantes desaparecidos y se disculpa por la actitud de sus representantes, los cuales parecen estar más preocupados por cuidar lo que llaman el “clima propicio para la inversiones europeas en México”, que la defensa de los Derechos Humanos.
(Con información de MVS)