En una entrevista exclusiva con el titular de Agua y Saneamiento de Toluca, Marco Antonio Sandoval, se revelaron detalles preocupantes sobre la severa crisis hídrica que enfrenta la ciudad. La situación, que comenzó a empeorar en 2022, ha alcanzado su punto más crítico en 2024, con una reducción del suministro de agua a la mitad en comparación con dos años atrás.
Según Sandoval, la ciudad recibía 510 litros por segundo del Cutzamala en 2022, pero actualmente se enfrenta a un suministro de tan solo 260 litros por segundo. La escasez se ha agravado debido a la falta de lluvias, especialmente en áreas como el centro de Toluca, donde la presa de Valle de Bravo es vital para el abastecimiento de agua.
La crisis, que afecta a 17 delegaciones, ha llevado a la implementación de medidas de emergencia a corto plazo. El municipio está distribuyendo agua a través de pipas gratuitas, aunque la capacidad actual es insuficiente para satisfacer las necesidades de la población.
Sandoval explicó que están llevando a cabo una estrategia en tres etapas. En el corto plazo, se están distribuyendo pipas y tandeando el suministro de agua de manera intermitente. Sin embargo, con solo 260 litros por segundo, la cobertura es limitada y afecta a aproximadamente 177,000 habitantes.
No hay pipas de agua suficientes en Toluca
El titular de Agua y Saneamiento destacó el esfuerzo del presidente municipal, quien ha destinado siete pipas (con las que cuenta el Ayuntamiento) y busca aumentar a 20 para paliar la situación temporalmente. Sin embargo, se reconoce que se necesitarían hasta 300 pipas para equilibrar el suministro de agua de manera más efectiva.
Para abordar la crisis a mediano plazo, se están implementando estrategias de rehabilitación y perforación de pozos. La rehabilitación de 11 pozos permitirá recuperar alrededor de 100 litros por segundo, mientras que la perforación de cinco pozos adicionales podría aportar hasta 150 litros por segundo. Estos proyectos tienen como objetivo alcanzar los 250 litros por segundo y lograr cierta independencia del suministro del Cutzamala.
En el largo plazo, se espera que estas medidas permitan recuperar la normalidad del suministro de agua en Toluca en un periodo de 6 a 7 meses. Mientras tanto, se monitoreará de cerca el nivel de las presas, especialmente Valle de Bravo, para evaluar la evolución de la crisis hídrica en la región.
Crisis se agrava en las partes altas de Toluca
La crisis hídrica en Toluca ha alcanzado niveles críticos, con la distribución de agua generando problemas significativos en las zonas altas de la ciudad.
En las partes altas de Toluca, la presión del agua, conocida como «tirantes», ha disminuido drásticamente. Mientras que normalmente se requerirían 4 o 5 tirantes para satisfacer las necesidades de estas áreas, actualmente solo se cuenta con 2 o 3 tirantes, lo que significa que el agua llega a ras de piso en lugar de alcanzar los tanques de almacenamiento.
Esta falta de presión ha dejado a muchos residentes sin agua en sus tinacos, generando preocupación y manifestaciones en diversas colonias como Los Ángeles, Guadalupe, La Mora y Maquinita. La situación es especialmente crítica para aquellos que viven en las partes altas y no tienen cisternas, ya que el suministro de agua es intermitente y no alcanza sus hogares.
Ante esta situación, el municipio está implementando estrategias para llegar a estas áreas afectadas. Se están utilizando mangueras largas para llevar el agua hasta donde sea posible, incluso en casos donde la ubicación dificulta la llegada de pipas. El objetivo es mitigar los problemas para aquellos que no cuentan con cisternas o tinacos a ras de piso.
¿Cuánto tiempo no habrá agua en Toluca?
La pregunta clave sigue siendo: ¿Cuánto tiempo durará esta situación? Sandoval advirtió que, si no se toman medidas, Toluca podría entrar en una «nueva normalidad», adaptándose a las condiciones físicas actuales del Cutzamala. Esta nueva normalidad implicaría una programación específica para la llegada de agua a diferentes áreas de la ciudad, y la dependencia de eventos meteorológicos para cambios significativos.
Para abordar esta crisis a mediano plazo, se están presentando proyectos de rehabilitación y perforación de pozos, con el objetivo de recuperar al menos 360 litros por segundo. Sandoval admitió que el escenario ideal para resolver completamente la crisis sería mayo o junio, tras un esfuerzo acelerado en la implementación de proyectos y gestiones de recursos con la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Una nueva normalidad
La «nueva normalidad» que se plantea implica que, en ausencia de mejoras significativas, la población deberá acostumbrarse a un suministro de agua más limitado y programado. Se propone un escenario en el que se establezcan días específicos para el suministro de agua, con apoyo adicional mediante pipas en ciertos días de la semana. Esta estrategia se centraría en garantizar que la población tenga acceso al agua al menos en algunos momentos específicos.
Para abordar la crisis a mediano plazo, se han propuesto 16 proyectos, que incluyen 11 rehabilitaciones de pozos con el objetivo de recuperar hasta 100 litros por segundo. Aunque se está gestionando financiamiento, se destaca que los recursos para estas iniciativas dependen en gran medida de los ingresos generados por el cobro del agua. La ley permite descuentos, especialmente en situaciones de tandeo, para aliviar la carga financiera de los usuarios.
En relación con los pozos, se menciona que estos requieren rehabilitación cada 3-4 años para garantizar su funcionamiento eficiente. Los 11 pozos en cuestión actualmente generan entre 8 y 12 litros por segundo, pero con la rehabilitación se espera aumentar esta cifra a 20 o 21 litros por segundo. La revisión incluye la limpieza de los tubos por donde sube el agua (ADM), así como la evaluación de la bomba y otros componentes esenciales.