“Este es David López Gutiérrez. David es mi secretario de prensa. Es el responsable de mi comunicación”, le dijo el expresidente Enrique Peña Nieto a su análogo en Washington, Barack Obama, en su primera visita a la capital de Estados Unidos, en 2015. “Él tiene el trabajo más difícil”, le respondió el mandatario estadounidense y se echaron a reír, relata el cronista Miguel Reyes Razo.
Inadvertido entre los personajes del peñismo, muchos vinculados a escándalos de corrupción, está David López Gutiérrez, apodado El Pecuni. Responsable de comunicación social desde que Peña fue gobernador del Estado de México (2005-2011), luego como candidato presidencial en 2012 y después como presidente de México hasta 2015, López Gutiérrez fue la voz de Peña Nieto ante los medios de comunicación y de su partido durante décadas.
Su familia, los López Cárdenas, estableció negocios relevantes en el sector privado y público en Sinaloa y Metepec. Ahora, señalamientos de fraude los regresan al debate público. A continuación, se presenta la historia de este grupo político-empresarial y sus matrimonios imperfectos con el poder político y económico.
El Pecuni, la voz sinaloense de Atlacomulco
Tal era la cercanía con Peña que para el mandatario David López Gutiérrez “fue un amigo cercano”. “Si alguien me ha acompañado durante todo este tiempo, todos los días, ha sido David. […] Esa risa de David contagia y me contagiaba todos los días para emprender las jornadas”, contó Peña sobre su coordinador de prensa durante su ceremonia de salida, en marzo de 2015.

Originario de Guamúchil, municipio de Salvador Alvarado, Sinaloa, David López Gutiérrez se mudó a temprana edad al centro del país. No fue el único sinaloense que encontró oportunidades al migrar al epicentro de la política mexicana, en aquel entonces controlada por el régimen del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Sus mentores, Heriberto Galindo Quiñones y Ernesto Álvarez Nolasco, también eran de Guamúchil y lo apadrinaron hasta lo más lejos.
De 1977 a 1979, López Gutiérrez trabajó como subjefe de prensa en la Secretaría de Gobernación (Segob), durante la presidencia de José López Portillo. En aquel entonces, el secretario de Gobernación era Jesús Reyes Heroles y su encargado de prensa era Ernesto Álvarez Nolasco, periodista y uno de los hombres más cercanos a Reyes Heroles, quien a su vez era de las figuras con mayor poder en el PRI.
También en 1977, David López trabajó como analista de prensa del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit). El jefe de información del instituto, su superior, era Heriberto Galindo Quiñones. Galindo fue invitado al gobierno por Álvarez; López fue invitado a su vez por Galindo, de acuerdo con el periodista Salvador Flores Llamas. Al grupo de sinaloenses años después les llamarían, como a su homólogo toluqueño, el chilorio power.
Ya con experiencia de funcionario intermedio, en 1979 David López Gutiérrez consiguió el empleo más relevante de su carrera: secretario particular del extinto Banco Obrero, cuya misión era apoyar a los obreros de bajos recursos en la adquisición de casas urbanas. El titular de la dependencia era Alfredo del Mazo González, líder del Grupo Atlacomulco y tío abuelo de Peña Nieto.
El chilorio y el chorizo power se habían encontrado
En 1980, Alfredo Del Mazo perdió la contienda para ser el candidato del PRI a la presidencia de México, frente a Miguel de la Madrid. Pero en 1981 obtuvo un premio de compensación: gobernador del Estado de México, elección que ganó sin oposición. Ya con Del Mazo gobernador, López Gutiérrez pasó a ser su coordinador general de Comunicación Social.

Cuando en 1986 Del Mazo renunció como gobernador para ser secretario de Minas e Industria Paraestatal del presidente De la Madrid, David López lo acompañó como su coordinador de prensa.
Ese año, la oficina de López publicó un boletín donde Del Mazo felicitaba a Sergio García Ramírez —en ese momento procurador general— por su postulación como candidato del PRI a la presidencia de México. Sin embargo, el candidato que había sido postulado ese mismo día era Carlos Salinas de Gortari.
La confusión enemistó a Del Mazo González con Salinas de Gortari. El desencuentro coincidió con el estancamiento de la carrera del político mexiquense, al no conseguir más puestos públicos. Por su parte, el comunicador sinaloense siguió trabajando en el gobierno. En 1993 fue coordinador general de Comunicación Social del entonces gobernador del Estado de México, Emilio Chuayffet Chemor, quien después sería conocido por la Matanza de Acteal.
Ecos de Acteal
El 22 de diciembre de 1997, 45 personas —en su mayoría adultos mayores, mujeres y niños— de la organización indígena Las Abejas de Acteal, Chiapas, fueron masacradas por un grupo de paramilitares bajo la dirección del Ejército Mexicano, bajo las órdenes del presidente Ernesto Zedillo y su secretario de Gobernación, Emilio Chuayffet.

La tragedia, conocida como Matanza de Acteal, se volvió noticia internacional. Al día siguiente, Chuayffet sostuvo en una conferencia que el gobierno zedillista no tenía ninguna responsabilidad en los hechos, «así sea por omisión». El evento fue a puerta cerrada, solo con reporteros de medios oficiales, TV Azteca y Televisa. “El Gobierno Federal no tuvo participación alguna en el crimen”, decía un boletín de prensa.
Días después, en otra conferencia, el secretario Chuayffet se contradijo al decir que los hechos de Acteal «escapan a cualquier sistema de información» y después afirmar que conocía el clima de violencia y la presencia de grupos paramilitares en la región.
De acuerdo con la recomendación 1/98 de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), los servicios del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) estaban trabajando en la zona y conocían perfectamente lo que sucedía. Tal era el grado de conocimiento que el Cisen reportó a la oficina del exgobernador mexiquense lo que sucedía en Acteal ese 22 de diciembre. Chuayffet conocía los riesgos y no evitó la masacre.
Pese a las evidencias, Emilio Chuayffet sostuvo la postura de inocencia del gobierno zedillista. El manejo de la crisis mediática lo obligó a renunciar en enero de 1998. El director general de comunicación social de Emilio Chuayffet era David López Gutiérrez, quien renunció días antes que su jefe.
La Matanza de Acteal frustró las ambiciones presidenciales de Chuayffet. El político del Estado de México se quejó durante años de que la masacre dejó una «huella indeleble» en su carrera. “Nosotros le decimos que la sangre de mujeres y niños inocentes de Acteal le juzgará por siempre”, le respondieron en 2012 Las Abejas.
“Acteal debe ser materia de una investigación en la que todos, sin excepción, produzcamos nuestras declaraciones sobre los hechos”, reflexionó el político en 2009 sobre el desempeño de David López Gutiérrez como responsable de prensa.
Altavoz peñista
Mientras David López Gutiérrez era responsable de prensa del gobernador Chuayffet, el secretario de Desarrollo Económico del Estado de México era Arturo Montiel Rojas. El secretario particular de Montiel Rojas era su sobrino, Enrique Peña Nieto. Es posible que así se hayan conocido Peña y López en los años 90.

De acuerdo con el escritor e investigador Carlos Tello Díaz, fue el mentor de David López, Heriberto Galindo, quien convenció a Peña Nieto de buscar la gubernatura del Estado de México.
En 2002, relata Tello en Nexos, Enrique Peña Nieto conoció al político sinaloense. En aquel entonces, Peña era secretario de Administración del gobierno de Arturo Montiel y tenía 37 años, una edad en la que, sin experiencia como gobernante o diputado en su currículum, el futuro parecía limitado.
Heriberto Galindo acababa de renunciar a la embajada de México en Cuba y buscaba trabajo. Al acudir con Montiel, por las conexiones del chilorio y chorizo power de los años de Del Mazo, este lo asignó a Peña. Tras conocerse, menos de media hora viéndolo actuar pasó para que Galindo le preguntara a Peña:
—Señor secretario, ¿ha pensado usted que puede ser el próximo gobernador del Estado de México?
—No, por supuesto que no… aunque le debo decir que aspiro a serlo algún día, reconoció Peña Nieto.
—No, usted puede serlo ahora, sostuvo el político sinaloense.
Así, con la ayuda de su tío Arturo Montiel y de Heriberto Galindo, Peña Nieto fue electo diputado local por Atlacomulco, coordinador del grupo parlamentario del PRI y presidente del congreso mexiquense. En 2005 cumplió su objetivo y se convirtió en gobernador del Estado de México. Durante su mandato, nombró como responsable de comunicación social al ahijado político de Galindo, David López Gutiérrez.
López Gutiérrez fue el encargado de prensa de Peña durante toda su gubernatura (2005-2011), su candidatura presidencial (2012) y la mitad de su presidencia (2012-2015). Durante esa década, el sinaloense gestionó (o fue parte de) varios controles de daños de las crisis del peñismo.
Desde no recordar la causa de muerte de su primera esposa, Mónica Pretelini, hasta el «Ya sé que no aplauden» tras el escándalo de la Casa Blanca, se podría escribir un libro entero sobre las declaraciones polémicas de Peña Nieto. Estas se suman a los escándalos de corrupción y violaciones de derechos humanos: Atenco, Estafa Maestra, Odebrecht, Ayotzinapa, entre otros.
En marzo de 2015, David López renunció como coordinador de comunicación social del presidente para ser diputado federal plurinominal, buscando ser gobernador de Sinaloa. Sin embargo, sus aspiraciones se truncaron, pues resultó candidato por el PRI el empresario hotelero Quirino Ordaz Coppel. Ordaz Coppel llegó a la candidatura y gubernatura gracias a uno de sus padrinos políticos, el general Salvador Cienfuegos, secretario de Defensa de Peña Nieto.
Así terminó la carrera política de David López Gutiérrez. Sin embargo, la de su familia apenas comenzaba.
Matrimonios imperfectos con el poder político y económico
David López Gutiérrez tuvo tres hijos con su esposa Leticia Cárdenas Valenzuela: David, Leticia y Alejandro. Los tres prosperaron en negocios financieros, de construcción, comida y comunicación. David López Cárdenas, además, fue alcalde de Metepec (2015-2018), municipio mexiquense del Valle de Toluca.

La familia López Cárdenas tiene más vínculos políticos. Una cuñada de David López Gutiérrez, Liliana Cárdenas Valenzuela, fue alcaldesa de Salvador Alvarado (2015-2018), Sinaloa, municipio de donde es originario. Liliana Cárdenas actualmente es secretaria general del PRI en Sinaloa.
Otra hermana, Celina Emilia Cárdenas Valenzuela, es esposa de Julián Olivas Ugalde. Olivas Ugalde fue subsecretario de Responsabilidades Administrativas y Contrataciones Públicas durante la presidencia de Enrique Peña Nieto hasta 2015. Ese año fue nombrado magistrado del Tribunal Federal de Justicia Administrativa (TFJA), a propuesta de Peña. Actualmente es titular de la Primera Sección de la Sala Superior.
Un amigo cercano de los López Cárdenas es Juan Armando Hinojosa Cantú, dueño de Grupo Higa y empresario involucrado en el escándalo de la Casa Blanca. Se ha visto a los López Cárdenas con Hinojosa Cantú en eventos de la élite empresarial, como los XV años de la hija de Juan Francisco Ealy Ortiz, dueño de El Universal, y María Teresa Ealy (hoy diputada federal plurinominal por Morena). También en la boda de Leticia López Cárdenas y Víctor Villagómez asistió Juan Armando Hinojosa.
Negocios público-privados
Durante los gobiernos de Peña Nieto y López Obrador, los negocios de los López Cárdenas prosperaron en Metepec y Sinaloa, donde el sector privado y el público mantienen estrechas relaciones.
Tras una revisión en el Registro Público de Comercio, la Unidad de Investigación de AD Noticias identificó un total de 13 empresas fundadas por la familia López Cárdenas, algunas de ellas contratistas de gobierno mientras miembros de la familia ocupaban cargos públicos.
El que más destaca de los tres hijos es David López Cárdenas, quien fue diputado local del Estado de México y presidente municipal de Metepec de 2015 a 2018.
Como presidente de Metepec, David López Cárdenas mantuvo siempre un pie en el sector público y otro en el privado.

Mientras David López era alcalde de Metepec, su esposa, Gabriela Bringas Abarca, fue presidenta del DIF municipal. Una empresa familiar de Bringas Abarca, Constructora Briconsa, fue contratista del gobierno federal mientras su suegro era vocero del presidente. También recibió contratos del ayuntamiento de Metepec de la antecesora de López Cárdenas, Carolina Monroy del Mazo, prima de Peña Nieto.
El último de estos contratos se firmó en octubre de 2015, cuando David López Cárdenas ya había sido presidente electo del municipio. Por 3.6 millones de pesos, Briconsa construiría el centro comunitario Las Marinas hasta diciembre de 2016. Es decir, mientras la dueña de la empresa presidía el DIF municipal y su esposo el ayuntamiento. La obra terminó una semana después de que López Cárdenas tomó protesta y costó 5.6 millones.
Christian Michel Enríquez, secretario técnico de la Dirección de Obras Públicas de Metepec mientras López Cárdenas era su socio, fundó una empresa a la que después entraría López: Constructora Eco Terra S.A. de C.V. En 2012, Michel organizaba conciertos en el municipio con López Cárdenas, mientras este era regidor.
Alberto Barbabosa Barragán, accionista de la empresa Reciclaje Industrial Ban, S.A. de C.V. —fundada por David López Cárdenas— fue contratista del ayuntamiento de Metepec mientras su socio era el alcalde. De 2018 a 2021, Barbabosa Barragán fue primer síndico de la morenista Gabriela Gamboa Sánchez.
Sergio Martínez Aguilar, director de Administración y Finanzas del Odapas de Metepec durante la presidencia de David López Cárdenas, era administrador único de una empresa de su hermano Alejandro, AVALIE S.A.P.I. de C.V.
El tesorero municipal de López fue Mauricio Enrique Góngora Sada, socio del presidente en al menos tres empresas. Góngora Sada, a su vez, es dueño de Grupo Barkus, que recibió varios contratos del gobierno federal y estatal mientras trabajó en el sector público, por al menos 282 millones de pesos en total.
Góngora Sada compartía una empresa con Juan Hinojosa García, amigo de Peña Nieto e hijo de Juan Hinojosa Cantú. Hinojosa García fue uno de los dueños originales de la Casa Blanca de Peña y falleció en 2012 en un accidente de helicóptero, tras asistir a la fiesta de cumpleaños del entonces virtual presidente de México.
Otro socio de David López Cárdenas, Jenaro Barrera Nemer, tiene empresas con uno de los hijos del exgobernador Arturo Montiel Rojas, Juan Montiel Yáñez.
Grupo Briconsa, de la esposa de David López Cárdenas, siguió consiguiendo contratos públicos por 18 millones de pesos del gobierno federal durante el obradorismo y otros 16 millones del gobierno de la panista Karla Fiesco en Cuautitlán Izcalli.
Jaime Omar Torres Pérez, comisario de vigilancia de la empresa de Alejandro López Cárdenas, JMMETEPEC (Atrevus), es vicepresidente del Comité Técnico Nacional de Información Financiera del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) desde enero de 2024.
Algunos eventos deportivos en Metepec, bajo la presidencia del panista Fernando Flores Fernández, son financiados por Atrevus.
Señalamientos de fraude
En marzo de 2025, los López Cárdenas regresaron al ojo público tras ser señalados por presunto fraude. Según columnistas como Lourdes Maldonado (El Financiero) y Alberto Aguilar (El Sol de México), una de las empresas de la familia está involucrada en un escándalo financiero: la sofom Flising.
A decir de estos periodistas financieros, Flising arrastra una serie de impagos que la estarían llevando cerca de la quiebra. El default acumulado de Flising ascendería a 200 millones de pesos.
Flising es una Sociedad Financiera de Objeto Múltiple, mejor conocida como sofom. El objetivo de estas empresas es otorgar préstamos y arrendamiento financiero a empresas y personas. La acumulación de pagos podría llevar a la sofom a insolvencia financiera y a estar bajo la mira de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
Ejemplo de ello son los fraudes de Fricrea en 2014, el desfalco por lavado de dinero y delincuencia organizada de Caja Libertad en 2023 y la estafa de Unifin en 2024. De acuerdo con los columnistas, la empresa de los López Cárdenas se estaría sumando a esta lista.
Flising, en realidad, se compone de dos empresas: Emprevi S.A.P.I. de C.V. y Carevilo S.A. de C.V. Ambas fueron fundadas por la familia López Cárdenas.

En el caso de Emprevi, fue creada por Alejandro López Cárdenas, hijo de David López Gutiérrez. Otros socios fundadores son Víctor Ernesto Villagómez Sánchez, Karla Paulina Cárdenas López y Edgar Isaac Reséndiz Curiel. Víctor Villagómez es esposo de Leticia López Cárdenas, también hija del exvocero de Peña Nieto, y Karla Paulina Cárdenas López es prima de los hermanos López Cárdenas.
Por otro lado, Carevilo fue fundada en 2021 por las mismas personas, siendo socio mayoritario Víctor Villagómez.
Tanto Emprevi como Carevilo reportan como domicilio fiscal el piso seis del edificio de oficinas 1001 de la avenida Benito Juárez, en Metepec. Dos pisos arriba están las oficinas de Atrevus, otra empresa de la familia.
Según Lourdes Maldonado y Alberto Aguilar, el yerno de David López Gutiérrez es el director de Flising y responsable de una gestión que ha llevado a la empresa a la ruina. “Quienes inyectaron capital, muchos cercanos al grupo del Edomex, no solo no tuvieron dividendos, sino que no verán de regreso su dinero”, afirma Aguilar en su columna. Todo apunta a que está por fracturarse el último matrimonio político-empresarial de la familia López Cárdenas.
Síguenos