Del odio a Orlando sólo hay un paso 

La madruga del 12 de Junio, Orlando se teñía de rojo. Observábamos atentos las redes sociales, las noticias, todos los medios de información posibles. Primera cifra: 20 personas fueron asesinadas en club gay en Orlando, Florida. Por el momento no se conocía más información. Esperamos unas horas para que se diera a conocer el por qué de este suceso. Más tarde se daba a conocer una segunda cifra: Suman 50 personas muertas y otras 53 personas heridas en un atentado con arma de fuego en el club “Pulse”, centro recreativo dedicado a la comunidad LGBT. La violencia fue cometida por
junio 17, 2016

La madruga del 12 de Junio, Orlando se teñía de rojo. Observábamos atentos las redes sociales, las noticias, todos los medios de información posibles. Primera cifra: 20 personas fueron asesinadas en club gay en Orlando, Florida. Por el momento no se conocía más información.

Esperamos unas horas para que se diera a conocer el por qué de este suceso. Más tarde se daba a conocer una segunda cifra: Suman 50 personas muertas y otras 53 personas heridas en un atentado con arma de fuego en el club “Pulse”, centro recreativo dedicado a la comunidad LGBT. La violencia fue cometida por un solo hombre de nombre Omar Siddiqui Mateen, de origen afgano.

El corazón de millones de personas en el mundo se detuvo. Las familias de estas personas no volverán a sonreír al lado de esas víctimas. Estados Unidos condena el suceso, Obama sale a la luz declarando que este ataque es muestra irrefutable de homofobia. Por otra parte, se habla de un acto terrorista, derivado del grupo yihadista o Estado Islámico.

Brutalidad, masacre. Medios confirman: es considerado el mayor ataque con arma de fuego en la historia del territorio norteamericano.

Orlando se convierte en este mes de Junio, mes donde la comunidad Lésbico, Gay, Bisexual, Transgénero, Transexual, Travestí e Intersexual (LGBTTTI)  ha retomado como símbolo de orgullo, en una tumba que entierra sueños, ilusiones, y se llena de flores y lágrimas.

¿A qué punto de odio se ha llegado tras esta masacre? Como en “Pulse”, o el ataque a “Madame”, otro centro recreativo para la comunidad gay en Veracruz, que fue atacado el pasado 22 de mayo de este año, fue ejecutado por el prejuicio y el odio de miles de personas que prefieren condenar el amor a criminalizar el hecho de portar un arma de fuego, de violar menores de edad, de realizar actos de corrupción, de seguir fomentando la pobreza y la ignorancia en los pueblos del mundo.

Y no es por generalizar, condenar o enemistarnos con la Iglesia, pero luego de las declaraciones del Cardenal Norberto Rivera, y de los demás obispos y líderes clericales de México: Francisco Chavolla, Felipe Arizmendi, Luis Felipe Gallardo, José María de la Torre Marín, José Francisco Robles Ortega, Alberto Suárez Inda, o miembros del Frente Nacional por la Familia, se han de encontrar muy felices bailando con la sotana hasta poco más arriba de las rodillas.

El virus denominado odio, el cual se ha introducido en nuestras venas a través de la poca conciencia en los derechos humanos, en no encontrarnos y solidarizarnos con el otro, en revolcar discursos religiosos y transformarlos en intolerancia, entre muchas otras condiciones, nos han llevado a esto: cincuenta personas ultimadas en un solo tres horas.

Nos preguntamos si cada uno de los líderes de la iglesia orará por todos y cada uno de ellos. Queremos saber si esto servirá de conciencia para movilizar a más personas que se encuentran pasivas ante la inconformidad y el desastre social que ocurre en nuestro país y en el mundo, o tal vez si los medios seguirán catalogando estos actos como terrorismo o ajuste de cuentas y no a llamarlas como son: Actos de homofobia; crímenes de odio; homicidio a un gay, a una lesbiana, a una transexual.

Reflexionemos y digamos ¿Dónde estamos parados, es este el mundo que queremos y hemos formado? Esta vez fueron 50, mañana serán otros 100. Mañana puede ser tu hija, tu hermano, tu madre, tu padre, tu mejor amigo o tu compañera de trabajo.

La humanidad se ha ido en esta ocasión, los derechos humanos se han manchado de negro y el fanatismo dogmático ha ganado una batalla y con esta victoria trae a relucir la podredumbre más baja de la sociedad: la intolerancia, el racismo y la discriminación.

“Gracias por leernos en Alfa, ahora esperamos nos escriba en nuestro Twitter @FDCRadio” 

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