Aún es pronto para emitir un juicio definitivo sobre la gestión de la gobernadora Delfina Gómez y su modelo de izquierda en el poder. Sin embargo, la realidad es que la mayoría de los mexiquenses están satisfechos con su trabajo y la aprueban. Su estilo de gobierno, sencillo y cercano, le ha generado gran simpatía. Dos factores destacan en el ánimo popular: los programas de bienestar social y los recientes avances en seguridad pública.
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Delfina Gómez consolida su apoyo popular
Según las mediciones serias de marzo —especialmente las de mayor rigor metodológico—, seis de cada diez mexiquenses apoyan a Delfina Gómez. Su popularidad es altísima, sobre todo entre las clases más desprotegidas. La política de “primero los pobres” le ha dado frutos, y ahí radica su principal base de respaldo.
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Juan Carlos González Romero da resultados sin hacer ruido
Uno de los colaboradores más discretos, pero eficientes de la gobernadora es Juan Carlos González Romero, secretario de Bienestar. Alejado de intrigas políticas y del ruido mediático, se ha enfocado en generar resultados tangibles. Sus acciones le han valido una de las calificaciones más altas dentro del gabinete, sustentada en cifras concretas y medibles.
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Ocuilan, tierra de nadie
El crimen organizado ha tomado Ocuilan hasta los huesos. Los hechos de sangre son tan frecuentes que ya forman parte de la normalidad. En esa zona no mandan las instituciones, mandan las fuerzas del mal. La ausencia del Estado no es reciente, es un problema estructural de décadas que no se resolverá solo con operativos policiacos. Lo peor: no es un caso aislado, hay más territorios en la misma situación. Un síndrome heredado del ficticio San Pedro de los Saguaros.
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Daniel Sibaja más afianzado que nunca, pero…
Las probabilidades de que Daniel Sibaja sea removido de la Secretaría de Movilidad son mínimas. Su permanencia responde a razones políticas, no técnicas. Paradójicamente, los grupos de interés que presionan para sacarlo solo han conseguido fortalecer su posición. Sin embargo, Sibaja haría bien en actuar con más prudencia, transparencia y humildad. El poder no es eterno, y menos en política.
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