Los niveles de aprobación de la maestra Delfina en su primer mes de gobierno se ubicaron en 49 por ciento, 3 puntos por abajo del porcentaje de votación con el que fue electa. La base de apoyo de la gobernadora no solo le da legitimidad, también buen margen de maniobra y tiempo para empezar a dar resultados. Tiene suficiente capital político, ojalá no lo dilapide.
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Se acercan las elecciones y los ánimos están muy caldeados. Nadie debería asustarse porque en un evento de la gobernadora haya gritos y sombrerazos, como fue primero en Ecatepec, después en La Paz. Toda oportunidad, por pequeña que sea, tratará de ser aprovechada por los personajes o grupos que se disputan el poder. Parte es politiquería, pero también hay manifestaciones legítimas de hartazgo y repudio de una sociedad muy politizada y cada vez más participativa. Hasta ahora, nada grave, solo folclor electorero.
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El Sistema Anticorrupción del Estado de México no es más que una pantomima. El pillaje en la administración pública sucede en sus narices y lo único que han hecho es voltear hacia otro lado, simular como que no pasa nada. Es un timo a la sociedad, sobre todo para los contribuyentes que con sus impuestos pagan salarios y operaciones de la entelequia, que a los únicos que tiene bien satisfechos y contentos es a los bribones que desde el poder se enriquecen.
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La mayor alacena de votos de la república mexicana es el Estado de México, con casi 13 millones de ciudadanos que podrán votar el próximo año. La inmensa mayoría de esos electores están en los municipios del Valle de México. En esa lógica hay que entender el enfoque de los gobiernos federal y estatal en esa región. Las visitas del presidente serán recurrentes hasta que la ley electoral se lo permita, igual la presencia permanente de la gobernadora y su gabinete. En buena medida, allí se juega la continuidad de la 4T en el país.
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Adolfo Cerqueda, el primer alcalde abiertamente gay en el Estado de México, ha logrado controlar sus impulsos y consolidar un gobierno serio. Entendió que lo estrambótico no era el mejor sello. No registra resultados sobresalientes, pero sí aceptables. No es fácil gobernar un municipio como Nezahualcóyotl, pero sus niveles de aprobación general están por arriba de 50 por ciento, que ya en sí mismo es un logro. Cerqueda tiene capital político para intentar la reelección.