Las claves del desabasto de gas y agua en el Valle de Toluca

El Valle de Toluca enfrenta interrupciones en el suministro de gas y agua derivadas de fallas operativas, variaciones de precio y problemas en la infraestructura, que ya afectan a miles de familias
noviembre 13, 2025

Desde hace dos semanas, el Valle de Toluca enfrenta un desabasto inusual de dos recursos esenciales: gas LP y agua. Aunque en redes sociales se ha instalado la idea de una “crisis generalizada”, los datos muestran otra realidad: no existe un problema en la producción del combustible ni un colapso del sistema hídrico, sino una reconfiguración abrupta tras dos eventos recientes.

El primero: la explosión de una pipa de gas en la CDMX, que expuso fallas de control, trazabilidad y seguridad en el transporte del combustible.

El segundo: la Operación Caudal, un operativo estatal que clausuró pozos clandestinos y redes de huachicoleo que abastecían pipas en 48 municipios.

Ambos hechos obligaron a una reorganización inmediata de la cadena de suministro, lo que se tradujo en retrasos, baja presión, sobrecostos y tiempos de espera.

Tres claves para entender el desabasto

I. El gas LP: un ajuste logístico, no una crisis de producción

El hecho:

El suministro de gas LP se redujo en centros de distribución y gaseras que trabajan a menos del 50 % de su capacidad. Miles de hogares han enfrentado retrasos de días para conseguir un cilindro.

El mecanismo:

Tras la explosión de una pipa en la CDMX —que reveló fallas en controles de seguridad y operación—, Pemex y los reguladores endurecieron la supervisión del transporte y trazabilidad. A ello se sumaron tres factores simultáneos:

  • Mantenimiento en ductos,
  • Saturación temporal en la planta de Veracruz,
  • Aplicación estricta de normas de transporte y geolocalización.

No existe un problema de producción: el gas está disponible, pero está tardando más en moverse porque la cadena se encuentra en verificación y ajuste.

La implicación:

La región depende en 79 % del gas LP. Cualquier retraso genera filas, especulación y aumentos temporales de precio. No es desabasto estructural: es una reconfiguración para evitar accidentes y regular un sector históricamente opaco.

Sigue leyendo en: Confirma gobierno desabasto de gas en el Valle de Toluca

II. El agua: el costo inmediato de desmantelar el huachicoleo

El hecho:

Desde la Operación Caudal, varias colonias del Valle de Toluca han registrado baja presión, cortes y falta de pipas.

El mecanismo:

Durante años —particularmente bajo gobiernos del PRI y PAN— se toleró una red clandestina de pozos, tomas ilegales y pipas irregulares que alimentaban un negocio paralelo. La Fiscalía documentó:

  • 322 pipas aseguradas,
  • 189 inmuebles usados como centros de operación,
  • 51 pozos ilegales y 138 tomas clandestinas,
  • Organizaciones como USON, ACME, Los 300 y Libertad operando el mercado negro.

Al clausurarse los pozos, las pipas que usaban ese abasto irregular quedaron sin fuente, lo que obligó a reorganizar rutas y horarios. El sistema legal de distribución no estaba preparado para absorber de inmediato esa demanda.

La implicación:

La escasez no proviene de falta de agua en pozos públicos, sino de la eliminación de un mercado ilegal que abastecía a miles de hogares. El ajuste es temporal, pero necesario para regularizar el servicio.

Lee más en: Operación Caudal: Desmantela Fiscalía Edomex 190 tomas de huachicoleo de agua

III. Un mismo patrón: controles débiles que ahora se cierran

El hecho:

Gas y agua presentan fallas simultáneas, pero por razones distintas.

El mecanismo:

En ambos casos se rompió un equilibrio informal:

  • En el gas, tolerancia a rutas, unidades y controles laxos;
  • En el agua, un sistema paralelo de extracción y venta que funcionó durante años.

Al cerrarse esos espacios —explosión en CDMX, Operación Caudal— surgió una presión inmediata sobre las cadenas formales, obligadas ahora a operar sin la “flexibilidad” que daba la ilegalidad.

La implicación:

El Valle de Toluca vive el impacto de la transición entre un sistema informal tolerado y un sistema regulado. La normalización traerá estabilidad, pero el ajuste deja ver cuánta dependencia había hacia prácticas irregulares.

Más información en: El negocio detrás del pozo clandestino de agua en Toluca

¿A quién afecta?

  • Entre 1.8 y 2 millones de habitantes usan gas LP.
  • Más de 3 700 negocios reportan pérdidas.
  • El cierre de pozos clandestinos afectó a colonias de Toluca, Lerma, Valle de Bravo y Cuautitlán.

¿Qué sigue?

  • Gas LP: normalización progresiva de distribución,
  • Agua: inspección continua y redistribución de rutas,
  • Toluca: rehabilitación de infraestructura prolongará la baja presión,

El Valle de Toluca no enfrenta una crisis de producción: enfrenta el reacomodo de dos cadenas marcadas por años de controles débiles, informalidad y tolerancia política. El ajuste era inevitable; la regularización tomará tiempo.

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Brenda Monroy

Brenda Monroy

Licenciada en Comunicación con alma curiosa. Me gusta estar en el sitio del acontecimiento para redactar notas auténticas y cercanas. Me interesan la salud, las finanzas y la educación, pero también disfruto leer novelas y dejar volar mi lado creativo con el marketing acompañada de Taylor Swift

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