Desapariciones de Rubicela, Reyna, Flor y Martha exhiben negligencia de la Fiscalía

Andrés “N” el multihomicida de Atizapan ya había declarado en uno de los casos de desaparición, nunca se le investigó 

Por: Mercedes Martínez

El caso de Andrés N, presunto multifeminicida en el Estado de México puso el foco en las desapariciones de al menos cinco mujeres, ocurridas en los municipios de Atizapán y Tlalnepantla, mismas que en su momento fueron denunciadas por las familias. Los años pasaron, y en ninguno de los casos las autoridades reportaron avances en sus investigaciones, -si es que las tuvieron-; incluso uno de los expedientes se extravió.

Estos casos ahora están relacionados con el hallazgo de partes humanas, prendas de vestir, celulares y otras pertenencias, ubicadas por elementos de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México en la vivienda de un hombre de 72 años de edad, identificado como Andrés N, y a quien sus vecinos conocían como El Chino.

Con tal hallazgo, se teme que Rubicela, Reyna, Flor, Martha, María, Norma y otras mujeres pudieron haber sido víctimas de desaparición y feminicidio cometidos por El Chino. Esta posibilidad se debe también, a que las autoridades no reportaron líneas de investigación distintas o avances en los reportes de desaparición que datan de al menos 10 años atrás.

Tal es el caso de Norma Jiménez Carreon; su ficha de desaparición se registró en 2011.

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El expediente se fue a archivo muerto

Lizeth Gallegos, hermana de Rubicela, desaparecida en 2019 en el municipio de Tlalnepantla, relató a este medio que su familia viajó desde Monterrey al Estado de México para denunciar la desaparición de la joven de 32 años de edad, quien era estudiante, trabajaba en un banco y cuidaba de su hijo de cinco años.

Cuando llegaron al ministerio público, el trato fue «muy malo», recuerda Lizet. «No nos atendieron como debió haber sido». La hermana menor de Rubicela consideró que hubo negligencia desde el primer momento. «Nunca nos dieron el apoyo que cualquier persona merece». Además de la falta de sensibilidad de las autoridades, la situación se dificultó aún más para la familia que desconocía el municipio donde desapareció la joven.

En abril de este año, la mamá de Rubicela regresó al México para pedir el expediente. Entonces (…) «le dicen que el expediente no lo hallan. Y ya después, cuando lo hallan, ya se había mandado a archivo muerto, no le dieron procedimiento. Mi papá es el que tenía contacto con el agente Bravo, y la verdad nunca hizo nada». Fue gracias a una conocida de Rubicela que detectaron el lugar donde estuvo por última vez.

Andrés N ya había declarado ante autoridades

Matilde Mares acudió hasta la calle Margaritas, donde se dio el hallazgo ya mencionado. Ante medios de comunicación dio a conocer que su hermana María Noe y su hijo desaparecieron hace cinco años. El Chino fue la última persona que la vio.

Incluso, el hombre declaró ante el ministerio público, que sí, «había venido, pero ya no la había visto». Fue la misma Matilde quien llevo a Andrés N ante las autoridades para efectuar su declaración. Al igual que los vecinos y sus posibles víctimas, las autoridades no sospecharon de él.

No le dieron seguimiento

En una entrevista concedida al portal de Milenio, María del Carmen, hermana de Martha Andrade Morales, desaparecida desde diciembre de 2017, dijo que ella trabajaba en la limpieza de una casa y era una madre muy entregada a sus hijas.

«El señor Andrés fue presidente de la comunidad, entregaba despensas, ayudaba económicamente; a mi hermana le llegó a ofrecer trabajo, y es por eso que no quisimos descartar la idea de que pudiera haberle hecho algo».

«Queremos saber si ella es una de las víctimas, porque ya son tres años y medio que no sabemos absolutamente nada de ella. Las autoridades no nos dicen nada. El caso de mi hermana se quedó pendiente, no la siguieron buscando. Nosotros solo la llegamos a compartir (su ficha de desaparición) por medio de facebook y whatsapp», dijo María, quien aún pide ayuda para encontrar a Martha.

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A Reyna la encontró su esposo

La familia de Reyna González, de 34 años de edad, acudió a las autoridades para reportar su desaparición el 14 de mayo de este año. Fue su esposo Bruno Ángel, y su hermana, quienes dieron finalmente con la última ubicación de Reyna: la vivienda de Andrés N. Fue en ese lugar donde vieron partes humanas y pertenencias que reconocieron como propiedad de Reyna, quien era comerciante y también madre de dos niñas. Este hallazgo impulsó las investigaciones que ahora la Fiscalía lleva a cabo en la casa ubicada en la colonia Lomas de San Miguel, en el municipio de Atizapán de Zaragoza, Estado de México.

Aunque las pruebas de ADN y los peritajes no han confirmado que Rubicela, Flor, Martha, María, Norma fueron víctimas de El Chino, las familias temen que su sospecha sea cierta. Por su parte, la Fiscalía (antes PGJEM) no ha informado si tienen otras líneas de investigación abiertas para cada uno de los casos por desaparición.

Andrés Filomeno N de 72 años de edad, conocido por sus vecinos como El Chino, fue vinculado a proceso el pasado 20 de mayo por el feminicidio de Reyna González. En sus primeras declaraciones aceptó haber privado de la vida y violentado el cuerpo de la mujer. Hoy, se cumple una semana desde que las autoridades aseguraron la casa donde, hasta el momento, se han encontrado más de mil restos óseos.