Toluca, México; 13 de septiembre de 2018. La lluvia atípica registrada el pasado 1 de septiembre, a media noche, provocó una fractura de 15 metros en el bordo del Río Lerma que permitió el ingreso de 3 millones de metros cúbicos de agua en las zonas bajas del municipio de San Mateo Atenco. Esta cantidad de agua representa llenar tres veces el Estadio Azteca, así lo dio a conocer, Rafael Díaz Leal Barrueta, Secretario de Obras Públicas del Estado de México.
La contingencia dejó más de 4 mil personas damnificadas y provocó afectaciones en más de 900 viviendas y 200 áreas de cultivo. Los barrios de San Pedro, San Nicolás, San Juan, Santiago, San Lucas y Guadalupe fueron los que mayores niveles tuvieron. La inundación logró ser controlada 10 días después de la emergencia. Se drenaron, en un primer momento, 9 mil litros de agua por segundo que incrementó a 36 mil en los días siguientes.
De acuerdo con Díaz Leal Barrueta, luego de 60 horas de trabajo coordinado entre la Comisión del Agua del Estado de México (CAEM), la Comisión del Agua Nacional (CONAGUA) y la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) a través del Plan de Auxilio a la Población Civil en Casos de Desastre (Plan DN-III-E), el flujo del agua fue contenido, para ello, se emplearon 40 mil costales, los cuales fueron rellenados con arena, tepetate y cal. También, señaló que las constantes precipitaciones han ocasionado que las corrientes vayan erosionando las zonas bajas del bordo, lo que, en conjunto con las condiciones geológicas del municipio –que se encuentra debajo del nivel del río-, origina los estancamientos de agua.
El secretario de Obras Públicas de la entidad, afirmó que “se debe realizar una planeación urbana más responsable con asentamientos urbanos que respeten los causes del agua”, por lo que advirtió que en la zona de San Mateo Atenco hay, al menos, 10 viviendas que necesitan ser reubicadas y es necesario conocer su situación jurídica. El río Lerma es responsabilidad de la Comisión Nacional del Agua por lo que esta dependencia es encargada de la supervisión y cuidado del mismo, concluyó Barrueta.