En pocos meses la Iglesia Católica ha buscado posicionar diversos mensajes que se distinguen por su tolerancia y humildad; incluso se ha señalado que las enseñanzas dogmáticas y morales de la Iglesia no siempre son equivalentes.
La postura es simple: encontrar un balance so pena de que el edificio moral de la Iglesia se derrumbe como castillo de naipes.
Si algo ha sido frecuente en la historia de nuestro País es, precisamente, provocar debates ríspidos y confrontaciones ideológicas, como acontece en el Estado de México donde pareciera imposible alcanzar consenso, envenenando toda mesa de diálogo y polarizando las posiciones. Ergo, la polémica puede ser un obstáculo insalvable.
Israfil Filós Real, Presidente de Grupos Vulnerables A.C., confiere al diferendo con la Iglesia Católica mexiquense una connotación histórica y, con ello, el peligro de que lo que llama “el discurso de odio del clero y grupos conservadores”, pretenda convertir a grupos vulnerables, en particular al grupo lésbico-gay, “en los leprosos del Siglo XXI”.
Tal percepción no es compartida por Francisco Javier Chavolla Ramos, Obispo de la Diócesis de Toluca, quien aseguró que la controversia con la comunidad lésbico, gay, bisexual, transexual, travesti, transgénero e intersexual, (LGBTTTI) obedece no a un rechazo de su parte, sino a “criterios políticos” y sostiene que en ningún momento ha denostado a dicho conglomerado social e, incluso, asegura que, como representante de la Iglesia Católica en la entidad, sus comentarios han versado en la necesidad de generar comprensión y apoyo para este grupo que – dijo – ha sido afrentado desde siempre.
“Los respeto; los amo como padre de esta Diócesis. ¿Por qué razón? Porque ellos han sufrido mucho, ha sido gente rechazada por su familia; ha sido gente que ha rechazado la sociedad y los han señalado y ahora están ariscos y se siente por cualquier cosa también ofendidos, no tomados en cuenta, no valorados y, en ese aspecto, los entiendo”, señaló.
Chavolla Ramos sostuvo que este grupo (LGBTTTI) se “basa en la protección que algunos políticos les quieren dar”, mientras que él tiene como ejes rectores principios y valores, no lineamientos de políticos.
“Ellos lo ven desde su necesidad de ser reconocidos y yo lo veo no desde los gustos, sino del fundamento que debe tener la persona, que son los principios, los valores, por eso tenemos visiones diferentes”, dijo.
Con respecto a la denuncia que Israfil Filos Real, presidente de la Asociación Grupos Vulnerables, anunció que habían interpuesto ante la Nunciatura Apostólica, dijo: “Pero que ellos estén molestos y quieren demandarme y decirle al Papa, yo les ayudo, de veras, con todo el corazón. Si yo estoy equivocado estoy dispuesto a corregir pero, si no lo estoy, con todo respeto los invito a rectificar”.
En tal sentido, puntualizó que es necesario llevar una acción a favor de ellos. “Una acción que los dignifique, no que los denigre; que los constituya realmente en seres dignos, grandes. Estoy totalmente de acuerdo, que no sean rechazados, que sean valorados”.
Y acotó: “nunca hemos tenido un diálogo, ni una entrevista. Si quieren diálogo, estamos abiertos, soy hombre comprensible en el diálogo, no en la violencia, o la agresión… estoy dispuesto a dialogar cuando quieran, cuando gusten”.
En este contexto, en entrevista por separado, Israfil Filós Real dijo que “el diálogo no solo es prudente, sino recomendable”, ya que advierte que se ha llegado a una situación de “cierta crispación que ha permeado a la sociedad y es muy peligroso”.
“Creo que un diálogo serviría muchísimo para distender este estado de cosas. Lo aceptamos y aceptamos nuestra responsabilidad en este debate de ideas… estamos abiertos a dialogar, señor Obispo, lo aceptaríamos. Creo que es mejor el diálogo, porque puede ser más productivo, porque el debate nos va a llevar a situaciones de tensión”.
Dos posiciones encontradas, una vía de acercamiento; antagonismo rancio. El diálogo como mecanismo de entendimiento urgente, necesario pero… ¿realizable?.