Es domingo, lo que pareciera ser un fin de semana común, simplemente no lo es. Su particularidad radica en que es el inicio de un periodo vacacional, marcado por un ciclo litúrgico: la Semana Santa que recuerda la pasión, muerte y resurrección. En el inicio de esta conmemoración, las iglesias de la Ciudad de Toluca se convierten en el escenario de la recreación de la entrada de Jesús de Nazaret a Jerusalén.
Algunos templos, en el corazón de la ciudad, y otros tantos en las localidades aledañas, incluso realizan una procesión o simple caminata, con la firme finalidad de hacer más fidedigno el acto.
Dicha celebración católica comienza con algarabía y júbilo por parte de los feligreses, cuando al iniciar la homilía del “Domingo de Ramos”, hombres, mujeres y niños agitan figurillas de palma, con el propósito de recordar la entrada triunfante de Jesús a Jerusalén.
De acuerdo con una prácticante del catolicismo, el objetivo de asistir a la celebración dominical de ramos es “la glorificación y entrada de cristo a la vida de los creyentes”.
Sin embargo, ¿De dónde deriva el nombre “Domingo de Ramos”?
Su nominalismo deviene de los relatos contenidos en la biblia, los cuales narran cómo, antes de entrar a Jerusalén, la gente tendía sus mantos por el camino y otros cortaban ramas de árboles alfombrando el paso, tal como acostumbraban saludar a los reyes. No obstante, los ramos de olivo también hacen alusión a la corona de olivos otorgadas en homenajes de triunfo a generales romanos victoriosos o ganadores griegos de las Juegos Olímpicos. Asimismo, las palmas son un signo de adulación a este personaje, en recuerdo de sus “milagros”.
DE LA TRADICIÓN A LO PAGANO
De acuerdo con la iglesia, la palma y el ramo de olivo se conservan como un testimonio de fe; mas, en un contexto de consumo y creencias paganas, ambos artículos han adquirido significados mágicos y formas de superstición, amuletos con fines curativos, hasta objetos con la capacidad de evitar fuertes lluvias y alejar espíritus malos.
Lo que no puede negarse, en un Domingo de Ramos es la dedicación y cuidado con que, familias enteras se dan cita en los templos, ya sea para vender las palmas a un precio que va desde los cinco pesos hasta los 85; o bien para comprarlas al mismo precio.
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