La suspensión del arco techo en el CECyTEM Metepec dejó al descubierto no una injusticia contra mil 400 estudiantes, sino el primer freno visible a los desplantes del rey chiquito, Fernando Flores. El edil presume obras, pero las opera con opacidad: adjudicaciones oscuras, cuentas que nadie revisa y contratos que parecen negocio personal más que servicio público. Que Joel Cruz Canseco, director del CECyTEM, haya parado la construcción no se explica por ideologías —que uno sea de derechas y el otro del PT es anecdótico— sino por la falta de transparencia con que se manejó el proyecto. A Flores le convendría recordar que antes de proclamarse empresario liberal besaba los pies de los viejos líderes del partido de la hoz y el martillo; hoy que se viste de conservador, olvida que la memoria local es más larga que su sombra.
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Gas, millones y poder
El mercado del Gas LP en el Estado de México no huele a estufa sino a billete: estimado en 29 mil millones de pesos anuales, representa alrededor del 18 % del consumo nacional. No extraña que detrás de los cilindros aparezcan apellidos pesados: desde familias con conexiones empresariales hasta los Monroy y el entorno de Carlos Peralta, que aparecen ligados a sociedades gaseras. El negocio no es solo energético, es político, porque quien reparte gas reparte clientela, estructura y favores en colonias y municipios. Los cilindros se transforman en urnas portátiles, y los tanques estacionarios en cajas registradoras, en un mercado donde la impunidad hace que la CRE funcione más como notario que como árbitro.
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Zarza y la universidad
Los primeros dos meses de la rectora Patricia Zarza en la UAEMéx exhiben la paradoja de la legitimidad sin control: llegó como la primera mujer en encabezar la institución tras un proceso democratizador, pero los problemas que parecían apagados siguen encendidos. Persisten paros en facultades como Ingeniería y Humanidades, se acumulan críticas por desorden administrativo, y la violencia en espacios como la Casa del Estudiante recuerda que la seguridad no se resuelve con comunicados. La rectora anuncia proyectos de “Transformación Universitaria” y reforma legal, pero la comunidad percibe más PowerPoint que resultados. El riesgo es claro: la UAEMéx puede seguir viviendo en la ilusión de que ya cambió porque cambió el género de la autoridad, mientras los vicios viejos rebrotan con fuerza.
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Raymundo sin sentencia
El expediente contra Raymundo Martínez Carbajal, exalcalde priísta de Toluca, es la postal de un sistema judicial que perfeccionó el arte de la parálisis. Detenido en enero de 2024 por secuestro exprés, pasó de Santiaguito a prisión domiciliaria con brazalete, y desde entonces acumula amparos, apelaciones e incidentes que mantienen congelado el proceso. Año y medio después no hay juicio oral ni sentencia, pero sí la confirmación de que la decadencia del PRI toluqueño no termina en los escándalos de campaña, sino en la incapacidad de cerrar cuentas con la justicia. El caso desnuda el pacto tácito: no absolver rápido para no escandalizar, pero tampoco condenar para no incomodar, dejando a Raymundo en un limbo judicial que retrata la impunidad como método.
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Lerma bajo el agua
El alcalde de Lerma, Miguel Ángel Ramírez Ponce, tuvo que pedir la intervención del Plan DN-III-E para contener inundaciones que dejaron más de 220 casas anegadas en San Pedro Tultepec, Guadalupe y otras colonias. El Ejército y Protección Civil instalaron refugios temporales, mientras el agua llegó a niveles de un metro y apenas bajó 70 centímetros tras días de bombeo. El problema no es nuevo: las Ciénegas de Lerma saturadas, cauces taponados y falta de obras hidráulicas convierten cada lluvia en desastre anunciado. Los vecinos viven entre costales de arena y promesas incumplidas, mientras las autoridades estatales se limitan a contabilizar daños como si fueran estadísticas agrícolas.
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