Foto Jesús Mejía
Las familias de bajos recursos que deben atenderse en los hospitales del Instituto de Salud del Estado de México no sólo están preocupados por la salud de sus pacientes, también lo están por conseguir el dinero para comprar ciertos medicamentos que no tiene el hospital Dr. Nicolás San Juan. Esto sucede aun cuando la misión del instituto es proporcionar con oportunidad, calidad y calidez servicios de salud pública.
Francisco Javier es un mecánico que llegó aproximadamente hace un mes al nosocomio, su hijo es un recién nacido que sufre de hidrocefalia y entre traslados y comidas ha gastado más de 30 mil pesos.
A pesar de que en los primeros meses de este año el gobierno federal declaró la remodelación de 5 mil 328 centros de salud y 701 hospitales, además de basificar a 17 mil 274 trabajadores eventuales y por honorarios del sector salud en este 2020, como parte del plan de salud para ofrecer atención y medicamentos gratuitos, cientos de familias mexiquenses aún pagan gran parte de los medicamentos de sus pacientes, las cantidades van desde los mil hasta los 30 mil, de acuerdo con datos recabados a familiares de pacientes que pernoctan a las afueras del hospital Dr. Nicolás San Juan, al norte de la ciudad.
Francisco Javier es un mecánico que llegó aproximadamente hace un mes al nosocomio, su hijo es un recién nacido que sufre de hidrocefalia, una enfermedad que se presenta en uno de cada mil bebés, causándoles acumulación excesiva de líquido cefalorraquídeo en los ventrículos del cerebro. Los síntomas que pueden presentar son vómitos, dolor de cabeza incluso convulsiones, mencionó.
Durante la estancia su bebé, Javier ha tenido que dejar de trabajar y con lo poco que tenía ahorrado ha logrado salir adelante, incluso cuando el personal del hospital le pidió el material y el medicamento para poder realizar la operación de su recién nacido: entre traslados y comidas ha gastado más de 30 mil pesos.
Felicita González, habitante de Almoloya del Río, también espera noticias de la tercera cirugía que personal médico de este hospital realizó a un familiar. Con la mirada cansada y ofreciendo un vaso de refresco, nos muestra al menos 25 tickets de las compras de medicamentos e insumos que se le han requerido para curar a su familiar.
Durante el transcurso de la mañana y en medio de la cuarentena por COVID-19 se puede observar a familias que van a dejar comida a sus familiares, como muestra de apoyo y agradecimiento, pues muchos de ellos también padecieron esta eterna espera y fueron capaces de soportar frío, inseguridad, hambre e inclusive presiones por parte de los comerciantes, pues les disputan hasta el lugar para sentarse.