El Estado de México está entre las 5 entidades mexicanas productoras de fentanilo

El Estado de México está entre las 5 entidades mexicanas productoras de fentanilo
Grave, muy grave.

Vicente Fox, el chiflado panista expresidente de la república, vende sin problemas mota a los mexiquenses. Paradise Shop, empresa productora y comercializadora de cannabis y sus derivados, que tiene en sociedad con el millonario Marcus Dantus, ha logrado poner en operación 4 franquicias en Huixquilucan, Naucalpan y Toluca, coincidentemente dónde Acción Nacional tiene sus mayores clientelas políticas. Grotesco, Fox pasó de jefe del Estado de mexicano a mariguanero.

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Carlos Salinas de Gortari y Claudio X González tienen las manos metidas en el proceso electoral mexiquense. Ambos operan para influir en el resultado de las votaciones apoyando política y financieramente la campaña de “Va X el Estado de México”. Ambos están detrás de la “Marea Rosa”.

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Qué paradoja. Claudio X González fue uno de los oligarcas que, al final de sexenio anterior, intentó destruir a Enrique Peña. Esto por no aceptar bajar de la candidatura a José Antonio Meade y apoyar a Ricardo Anaya. Cuando Peña entregó el poder a Andrés Manuel López Obrador emprendió una persecución –hoy todavía activa– contra el expresidente primo del gobernador Alfredo del Mazo. Es Claudio uno de los principales promotores de que se encarcele a Peña Nieto. Hoy, pretende controlar el poder público en el Estado de México, la tierra natal de Peña.

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El Estado de México está entre las 5 entidades mexicanas productoras de fentanilo, de acuerdo con información pública de la Secretaría de la Defensa Nacional. El informe, hecho público desde el año pasado, coloca como primer productor nacional de la mortal droga al estado de Sinaloa; le siguen Sonora, Baja California Sur, Durango y, en quinto lugar, al Edomex. Grave, muy grave.

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Cada loco con su tema. El próximo resultado electoral es un verdadero acertijo. Es un enigma que tiene a millones en vilo, pero a un sector de la elite política parece que no le importa mucho. El cosquilleo por la reelección los inquieta. Diputados, alcaldes, y al menos uno de los senadores, suspiran y aspiran. Allí ven su futuro.