El marciano

Miquel Barceló (el editor y escritor, no el pintor), probablemente el mayor experto hispanoparlante en ciencia ficción, refiere que, a inicios de los noventa, muchos daban por fenecido dicho género, a raíz de que nuestro “tecnologizado” mundo ya no se sorprende con las propuestas de estos autores, pues su inventiva y su imaginación se diluyen […]

Miquel Barceló (el editor y escritor, no el pintor), probablemente el mayor experto hispanoparlante en ciencia ficción, refiere que, a inicios de los noventa, muchos daban por fenecido dicho género, a raíz de que nuestro “tecnologizado” mundo ya no se sorprende con las propuestas de estos autores, pues su inventiva y su imaginación se diluyen entre las maravillas tecnológicas contemporáneas. Se pierde el “afán especulativo” que por antonomasia reflejaba la ciencia ficción.

No obstante, afirma, ocasionalmente aparecen obras que logran desbancar tales dictámenes: “de vez en cuando, aparece una novela ‘distinta’, capaz de recuperar todas las cualidades de la mejor ciencia ficción”. Tal es el caso, según su parecer, de “El marciano”, de Andy Weir.

La trama no podría ser más simple: la humanidad ha logrado ya llegar al planeta rojo. Una de esas expediciones sufre un percance, y deja atrás a un astronauta, supuestamente sin vida. Mark Watney, botánico e ingeniero mecánico, despierta solo, a casi 250 millones de kilómetros del “pálido punto azul”, como llamaba Carl Sagan a nuestro planeta.

Así, Mark debe ingeniárselas para sobrevivir meses y meses en el desierto marciano, en espera de su rescate… o de la muerte.

Chris Hadfield, astronauta que fuera comandante de la Estación Espacial Internacional; Ernest Cline, autor de “Ready Player One”; Larry Niven, prestigioso autor de ciencia ficción, ganador de varios premios Hugo y Nebula son sólo algunos de los nombres que reconocen el talento y la imaginación desplegados por Andy Weir.

La verdad sí es una historia bastante buena y original; sólo hay que apuntar: si usted, apreciable lector, no ha visto la película, corra a leer el libro primero; hay demasiados “spoilers” que nulifican las múltiples vueltas de tuerca de la novela (sin embargo, si ya la vio, aun así puede disfrutarla).