¿Qué es lo que está pasando en México?, realmente no termino de entender qué es lo que pasa, será acaso un problema económico, o es político, o es cultural, ¿de quién es responsabilidad?, de los padres de familia, de los maestros, de las autoridades, de los sacerdotes. Realmente no entiendo ya nada, pareciera que estamos conspirando contra nosotros mismos para torpedear nuestras posibilidades de ser un país con desarrollo y buena calidad de vida. ¿Cabe la posibilidad de que simplemente los mexicanos somos malos?, en ese tenor es que se explican matanzas, latrocinios, abusos, ineptitudes.
Pareciera que en México lo que realmente nos hiciera falta es que nos vengan a gobernar con mano dura, así como en la colonia, que en 300 años sólo tuvo un movimiento independentista, mientras que en estos 200 y particularmente los últimos 30 no vemos simplemente la salida de un México bronco, violento, sucio, corrupto, sin ganas de salir adelante.
No es que los gringos,los japoneses, los franceses o los alemanes sean mejores que nosotros, la gran diferencia entre ellos y los mexicanos, es que ellos (en su mayoría, que también hay minorías muy cabronas), practican la solidaridad, educan a sus hijos en valores y en general viven con ellos. Recuerdo un vaso muy sonado de un ministro alemán que le encontraron en cuentas fuera de Alemania algo así como 700mil dólares, el día que se descubrió el señor ministro fue a su casa y se voló la cabeza, mientras que en México a Raúl Salinas le encontraron más de 100 millones que nunca pudo explicar y un juez determinó que como la PGR no pudo demostrar que eran chuecos, pues entonces, forzosamente tenían que ser derechos aunque nunca se explicaron, le regresaron la lana, las decenas de propiedades y un: usted disculpe.
El cinismo y la barbarie están marcando nuestra historia contemporánea, no encuentro voluntad en la gente para cambiarlo, ni disposición en los políticos para hacerlo, mucho me temo que vamos en camino de otro siglo perdido, robado por los grandes negocios para que los gringos y canadienses, junto con sus socios mexicanos, vivan vidas de calidad, mientras los desharrapados mexicanos seguirán pagando costo social.
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