El oído detrás de la música: el afinador de pianos

El oído detrás de la música: el afinador de pianos
Sean grupos, solistas o una orquesta completa, todos obedecen las reglas pactadas entre el afinador y el instrumento

Un piano a la orilla del mar convirtió a Edgar Berrios en afinador; años antes su padre le enseñó el oficio y, meses después de su muerte, Barrios tomó su lugar al encontrarse otra vez con el instrumento que arreglaron juntos.

Se trataba del piano del maestro Federico Osorio, estaba en un contenedor en la playa lleno de salitre, oxidación y polillas que borraron el trabajo hecho con su papá tiempo atrás.

“Me llamaron de la Orquesta Filarmónica de Acapulco, estaba escondido por alguna razón a la orilla del mar, lo arreglé y me pidieron que lo afinara, entonces me presentaron como el afinador, fue especial para mí porque estaba tomando el lugar que de cierta manera él me había dejado”.

Video: Jesús Mejía

Su papá, Edgar Berrios Herrarte, de origen guatemalteco estudió música pero su pánico escénico lo llevó a tener presencia en las salas de concierto de una forma diferente: como afinador de pianos.

Conocimiento que le heredó a Berrios junto con su nombre y reputación, la cual es reconocida por maestros como Enrique Bátiz, Guadalupe Parrondo, Luz María Puente e incluso jazzistas de la talla de Chick Corea.

Detalles del proceso

El afinador de pianos evita el ruido, ajusta los sonidos para que la música exprese su mensaje; sean grupos, solistas o una orquesta completa, todos obedecen por igual las reglas pactadas entre el afinador y el instrumento.

Para lograrlo, debe conocer las diferente y necesidades de cada piano: los toca, los escucha, evalúa su estado y una vez que tiene el diagnóstico del paciente, pone manos a la obra de 2 a 6 horas.

“Ya que tengo las 12 notas en el círculo de cuartas y quintas, afino por octavas hasta el final y termino con los bajos, si son los pianos viejos y estiras las cuerdas puedes tronarlas, tienes que evaluar hasta dónde llegar”.

Actualmente divide su tiempo entre sus proyectos musicales y la afinación de pianos ya que la demanda es alta pero los especialistas son pocos “porque requiere de mucha paciencia y un entrenamiento de años”.

Poca cultura del mantenimiento al instrumento

Reconoció que falta mucha cultura de servicio al instrumento, lo que afecta el desempeño de los músicos, “cómo puedes enseñar, tocar o aprender con un instrumento en mal estado”.

Por lo anterior, dijo, los pianos deben afinarse una o dos veces al año según el uso, recomendación que siguen sus clientes que van desde estudiantes y maestros hasta músicos profesionales y políticos, quienes aumentaron la demanda durante la pandemia.

“En la cuarentena me han hablado más, creo porque tienen su piano abandonado y encontraron el tiempo, pero normalmente llaman alumnos del conservatorio o maestros, siempre caen nuevos”.

Otros proyectos

Berrios cuenta con varios proyectos como músico, entre ellos Medicine 4 Goat que se puede encontrar en su canal de YouTube “Eddie Van Berrios”.

Esta propuesta no tiene relación con la música clásica, aseguró, se trata de un intento de crear algo más divertido, “también estoy creando un curso para pianistas, una introducción a la mecánica del piano, para auxiliarlos”.

Para conocer más sobre su trabajo se pueden consultar sus redes sociales como Eddie van Berrios.