En busca de un mejor nivel de vida, llegan a Estados Unidos de América miles de personas de diversos lugares, pero de una población de casi 57 millones de latinos en este país, “más del 63% es de origen mexicano, es decir, más de 36 millones de personas. Esto incluye a los inmigrantes mexicanos que residen en Estados Unidos y a los estadounidenses que se identifican como de origen mexicano”, según información del texto: “Mexicanos en Estados Unidos: las cifras que muestran su verdadero poder económico” de Patricia Sulbarán Lovera, publicado en 2019, en la BBC News.
Mexiquenses en Estados Unidos
El Estado de México no es una entidad con un alto grado de migración hacia los Estados Unidos de América; fue a partir de 1980 que el flujo comenzó a darse, y en los últimos años, especialmente en la zona sur del estado, la migración se ha incrementado según información del Consejo Nacional de Población.
Lo que en realidad sucede, especifica el documento de Conapo de 2010, es que algunos municipios del sur del Estado de México forman parte de pequeñas microregiones migratorias. Según los últimos datos disponibles, los municipios mexiquenses que presentaron un grado de intensidad migratoria alto fueron Cotepec Harinas, Ixtapan de la Sal, Joquicingo, Malinalco, Ocuilan, Tlatlaya y Zumpahuacán, mientras que Luvianos presentó un nivel muy alto con un índice de intensidad migratoria de 1.8737, aunque aún así, este municipio se ubicó en el lugar 144 del contexto nacional.
Las remesas y los mexicanos
Al dinero que los mexicanos ganan en Estados Unidos y envían a México se le conoce como remesas, son recursos que funcionan como una inyección a la economía nacional. Según información publicada por Conapo –cifras provenientes del Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN), organismo dependiente del BID– en 2010, México se ubicó como principal receptor de remesas en América Latina y el Caribe, con 21 mil 271 millones de dólares.
Las remesas mexiquenses
De 2010 a 2015, el flujo de las remesas hacia algunas entidades del centro, entre ellas el Estado de México se ha incrementado generando una redistribución del flujo total de éstas hacia otras comunidades y regiones del país.
En agosto de 2018, El Economista publicó que el Estado de México se ubica en el cuarto lugar de los estados con mayor recepción de remesas en México, con 5.70 del total, por detrás de Michoacán (10.1), Jalisco (10.0) y Guanajuato (9.02), señala también que las entidades de donde provienen estas son California, Texas e Illinois.
El diario La Razón señala que, en 2019, el Estado de México registró el envío de dos mil 32.8 millones de dólares, cifra equivalente al 5.6 por ciento de la suma total.
Las elecciones y los migrantes
Desde que Donald Trump llegó al poder en los Estados Unidos de América las cosas cambiaron para todos aquellos ciudadanos no estadounidenses que radican, trabajan, producen y permanecen por diversas razones allá; personas que han pasado muchos años o apenas unos cuantos en Estados Unidos, sufren con mayor crudeza los embates de una política migratoria que busca expulsarlos.
Nuevas elecciones presidenciales se llevarán a cabo este 3 de noviembre, en las que Donald Trump y Joe Biden son los candidatos; la postura del primero respecto a los migrantes ya se conoce, la del demócrata, Joe Biden, es distinta, por ejemplo, en las últimas semanas ofreció –de ganar las elecciones– formar un equipo especial para reunir a los más de 500 menores migrantes separados de sus padres por la política de Trump.
La política migratoria de Donald Trump
En un texto de Andrea López Cruzado, publicado por Noticias Telemundo, se mencionan algunas de las acciones que Donald Trump ha realizado durante su mandato, entre otras: Un decreto para suspender fondos federales a las llamadas jurisdicciones santuario, aquellas que limitan la colaboración de su policía local con agentes federales de inmigración; la remoción inmediata de inmigrantes con órdenes de deportación, inmigrantes condenados por un delito penal, y aquellos acusados de un crimen incluso sin haber sido condenados y “la construcción inmediata de un muro físico en la frontera sudeste».
Asimismo, realizó un veto migratorio para miles de personas de Irán, Irak, Libia, Siria, Somalia, Sudán y Yemen; la anulación del programa de Acción Diferida para Padres de Estadounidenses y Residentes Legales (DAPA, por su sigla en inglés) para proteger de la deportación a los padres indocumentados de ciudadanos estadounidenses y residentes permanentes legales.
Las propuestas de Biden
En una publicación de Forbes se cita al escritor y catedrático Paul Waldman, quien considera “que de ganar Biden sería posible una reforma migratoria si va acompañada de un control demócrata de la Cámara de Representantes”.
Entre las propuestas de Biden se encuentran: revertir la “carga pública” que permite denegar visados o permisos de residencia a migrantes ante la posibilidad de que requieran recurrir a programas oficiales de ayuda; restablecer el programa para los “dreamers”; rescindir prohibiciones de viaje; modernizar el sistema de inmigración de modo que abarque no solo a los latinos sino a 1.7 millones de inmigrantes indocumentados de Asia, así como “cientos de miles de Europa, Oriente Medio, África y el Caribe”; facilitar la legalización de la situación de trabajadores agrícolas; abordar la migración junto a los gobiernos de Canadá, El Salvador, Guatemala, Honduras y México, entre otras.
No obstante, las promesas de campaña son eso hasta que no se aplican en la realidad, asimismo, Trump posee una base firme de electores que consideran que las medidas que promueven la migración son inadecuadas y que pugnan por la salida de los migrantes de Estados Unidos de América, pero indudablemente el tema de la migración es fundamental para las campañas y elecciones y lo será luego del triunfo de cualquiera de los dos candidatos.