El PRIAN es una realidad en la política mexiquense

Dos de los medios de comunicación más representativos del conservadurismo, anti 4T y anti AMLO, están en contradicción

Quizá Enrique Vargas sepa algo que el resto de los mortales no. De allí esa postura templada, salomónica, podría decirse que hasta abnegada. Es notorio el cambio de estrategia a partir de la andana de Reforma sobre su patrimonio. Ahora es más prudente, bajó perfil y desaceleró su frenético activismo. Está más delgado, habla pausado, dejó la estridencia. Lo hemos dicho una y otra vez, Vargas es un aspirante muy competitivo, no ha claudicado y si la oportunidad se le presenta tomará la candidatura de la coalición.

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Vargas siempre ha estado cerca, muy cerca, de Alfredo Del Mazo. Fue su regidor en Huixquilucan y desde entonces han caminado juntos en mutua colaboración. En los hechos, el PAN ha sido un obvio aliado del PRI en el Poder Legislativo desde poco más de 5 años y, a partir del año pasado, en un buen número de gobiernos municipales. El PRIAN es una realidad en la política mexiquense.

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Dos de los medios de comunicación más representativos del conservadurismo, anti 4T y anti AMLO, están en contradicción. No les cuadran los números a Reforma y El Financiero. La encuesta de Reforma de mil cuestionarios aplicados a principios de mes sostiene que Morena tiene casi 50 de la intención del voto y Delfina supera 2 a 1 a Alejandra y casi 3 a 1 a Vargas. Por el contrario, El financiero con 600 cuestionarios telefónicos del mes pasado asegura que la alianza PRI-PAN-PRD ha rebasado con 3 puntos a la de Morena y asociados. ¿A quién creerle? Hay encuestas para todos los gustos. 

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La estrategia de comunicación del PRI apuesta una vez más por los medios tradicionales de la CDMX. En la alineación tricolor, Ciro Gómez, Joaquín López Dóriga, Carlos Loret, Reforma, El Financiero y El Universal. La maquinaria propaganda está lista y aceitada.

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Las coordinadoras Delfina y Alejandra aprovecharán ahora los escenarios de los informes municipales para seguir con el placeo por el territorio estatal. Ambas en campaña encubierta ante una autoridad electoral contemplativa, decorativa, que hace como que no ve ni escucha nada.