Fotos Jésus Mejía
Hoy, en México y en todo el mundo, millones de médicos, médicas, enfermeras y enfermeros se encuentran arriesgando sus vidas al atender a pacientes con COVID-19, una nueva enfermedad para la cual, desafortunadamente, todavía no existe cura ni vacuna.
Lo hacen, además, bajo condiciones duras y extenuantes: doblando turnos, pasando horas y días sin comer y sin dormir, enfrentando carencias de infraestructura y equipo de protección para evitar contagios y, por si fuera poco, alejados de sus familias.
Estos héroes de uniforme blanco lo están dando todo para proteger la vida y el bienestar de las personas en momentos verdaderamente complicados.
Martha Pahuamba Xingú, es una enfermera que desde hace 10 años ha dedicado su vida a su profesión, sin importar las duras circunstancias a las que se enfrenta cotidianamente y más durante esta pandemia. Ella disfruta mucho lo que hace y ser reconocida como la enfermera del pueblo, por parte de sus vecinos, la comprometa aún más. En la comunidad de San Antonio Acahualco, municipio de Zinacantepec, de donde es oriunda, es un ejemplo a seguir.
Desde las cinco de la mañana Martha deja todo preparado en su hogar para que sus dos hijos despierten con el desayuno listo y puedan realizar sus actividades cotidianas, después de cumplir las tareas de casa se prepara para tomar el autobús, acompañada por su esposo, que la llevará a su trabajo.
Cerca de cuarenta minutos y alrededor de diez kilómetros son los que esta enfermera diariamente recorre para trasladarse a su trabajo. Temerosa y con la bendición de dios viaja en el autobús anhelando no ser agredida por algún pasajero, ya que a través de redes sociales, y en comentarios a sus compañeros de oficio, durante estas semanas han visto cómo se insulta y amedrenta al personal del sector salud, en especial a enfermeros que viajan en transporte público.
Lamenta que la desinformación sea uno de los principales factores por los que son agredidos, y, por ello, pide a la población que tenga más conciencia de las acciones que realizan en contra del personal sanitario, porque quizás en futuro ellos les podrían salvar la vida a ellos o sus familiares.
“En ocasiones nos discriminan porque piensan que trabajar en un hospital nos vuelve personas de contagio y piensan que vamos a contagiar a los demás, sin embargo, lo que no saben es que nosotros también tenemos familia y es por eso que es el doble de protección y medidas preventivas”
“Hay que recordar que nosotros tenemos familia y tenemos que regresar a casa, no somos personal de contagio, porque también estaríamos contagiando a nuestra familia”, dijo mientras la entrevistabamos de camino a su trabajo.
Cómo medida de prevención y parte de la las políticas aplicadas por el hospital privado donde trabaja, Martha no viaja con su uniforme de servicio, éste se lo cambia una vez llegando a su zona de trabajo donde cuentan con vestidores, ahí comienza su jornada laboral.
Con un sueldo aproximado de 3 mil pesos quincenales, Martha desempeña sus labores con esmero, pues su vocación de servicio la mantiene al pie del cañón, incluso en aquellas ocasiones en las que tiene que doblar turno debido a alguna urgencia médica. A pesar de que su labor cotidiana hace la diferencia entre la vida y la muerte, y de que su profesión se ubica entre las más respetadas por la gente, las remuneraciones del personal de la salud en México no son las más gratificantes.
Según la ENOE del INEGI, el personal médico en nuestro país gana en promedio $102.46 por hora trabajada. Considerando que su jornada laboral por semana es de 41 horas, la percepción mensual promedio de las y los médicos en México es de aproximadamente $16,146 al mes, de acuerdo con cálculos del Observatorio Laboral de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social.
La medicina es la tercera profesión mejor pagada en México. En el primer lugar se encuentra la carrera de finanzas, con un ingreso mensual promedio de $17,377, y en segundo, química, con $16,156 mensuales.
En cuanto al personal de enfermería, su ingreso mensual promedio es de $9,909. Esto coloca a la enfermería en la posición 39 de las profesiones mejor pagadas, por debajo de carreras como ingeniería mecánica y veterinaria.
A pesar de los duros escenarios a los que se enfrenta el personal de enfermería, Martha siguen con su trabajo en el área de cuidados paliativos, rama de la medicina que se encarga de prevenir y aliviar el sufrimiento, así como de brindar la mejor calidad de vida posible a pacientes que padecen alguna enfermedad grave que compromete su vida.
“Aquí estaremos, trabajando con el mayor profesionalismo, me gusta mi profesión y no la cambiaría por nada”, concluyó.
En México, una de las principales fortalezas con las que contamos para enfrentar esta crisis es nuestro personal de la salud, particularmente los médicos y enfermeras que conforman la primera línea de defensa para combatir al SARS-CoV-2.
Para ellas y ellos, nuestra más profunda gratitud.