“Agua Bienestar”, programa impulsado por la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, permite adquirir hasta 20 litros de agua por solo cinco pesos. La iniciativa busca garantizar el acceso al agua como un derecho, no como una mercancía, y representa un alivio directo para los hogares con menos recursos.
El programa ofrece dos modalidades: la compra de garrafones, con precios que van de 60 a 80 pesos, o el rellenado de un envase propio en buen estado —sin daños, grietas ni manchas— por cinco pesos. La distribución se realiza desde PILARES, Utopías, centros comunitarios y módulos de atención ciudadana.
Actualmente, los centros de recarga están ubicados en:
- Xaltepec, Xochimilco
- Xotepingo 6-C, Coyoacá
- San Luis, Xochimilco
- Tanque Cerro de la Estrella, Iztapalapa
- Miguel Alemán, Miguel Hidalgo
- Ciudad Deportiva, Venustiano Carranza
- Utopías de Iztapalapa
Asimismo, el programa opera con 20 camiones repartidores, cada uno con capacidad para transportar 600 garrafones diarios. Las plantas trabajan de lunes a sábado, lo que ha permitido duplicar la producción y responder al aumento de la demanda.
Desde su implementación, el programa ha alcanzado más de la mitad de las 16 alcaldías de la capital. Se ha concentrado en colonias y pueblos de Iztapalapa, Coyoacán, Magdalena Contreras, Xochimilco, Álvaro Obregón, Tlalpan, Gustavo A. Madero, Tláhuac y Milpa Alta.
¿Puedo acceder desde el Estado de México?
AD Noticias consultó si la población del Edomex puede beneficiarse del programa. Aunque no existe cobertura directa fuera de la capital, habitantes de municipios colindantes como Nezahualcóyotl, Chalco, Los Reyes Acaquilpan, Ecatepec, Tlalnepantla y Naucalpan sí pueden comprar Agua Bienestar acudiendo a la CDMX.
Sin embargo, municipios más alejados de la zona limítrofe (Atlacomulco, Toluca, Metepec, Zinacantepec, Ixtapaluca, Zumpango) no cuentan con acceso a los puntos de distribución, por lo que actualmente quedan fuera del beneficio.
“Agua Bienestar” surge como un mecanismo de atención inmediata frente a la crisis hídrica y la falta de infraestructura en diversas zonas. Para muchas familias, representa la posibilidad de garantizar el consumo de agua de calidad sin poner en riesgo su economía.
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