Durante el Operativo Caudal, uno de los puntos intervenidos por presunto huachicoleo de agua fue un predio ubicado sobre la carretera Metepec–Zacango, en el municipio de Metepec. El lugar operaba aparentemente bajo el nombre de “Agua Potable Express Grutracos”.
A más de una semana del operativo, el sitio permanece cerrado y conserva los sellos con la leyenda “Clausurado” colocados por las autoridades.
Sin embargo, la vigilancia policial es inexistente. En la zona no se observa presencia de elementos de seguridad ni patrullas, pese a que dentro del inmueble permanecen luces encendidas, lo que sugiere que podría haber un velador o alguna persona resguardando el predio.


El terreno, oculto entre milpas y construcciones clausuradas, operaba lejos de la vista pública. El acceso es un camino de terracería en mal estado, sin viviendas ni comercios cercanos, lo que contribuye a un entorno solitario y propicio para la opacidad.
La entrada carece de nombre o distintivo alguno: solo un zaguán blanco que se mantiene cerrado desde el operativo. Pese a las intervenciones oficiales, sigue bajo la sombra del abandono y la falta de vigilancia.

Dentro del inmueble permanecen un par de pipas que no lograron salir tras el operativo. A simple vista se distingue también la toma clandestina desde la cual se extraía el agua de manera ilegal, evidencia clara de una operación sostenida ante la mirada ausente de las autoridades.






Con este operativo, las autoridades buscan desarticular la estructura detrás de estos puntos de extracción. No solo los pozos clandestinos. También a los intermediarios y sindicatos que han convertido la crisis hídrica en una fuente de ganancias.
Contrasta la seguridad con el discurso del alcalde de Metepec
Tres días después del operativo Caudal, el alcalde de Metepec, Fernando Flores Fernández, salió a dar la cara ante la ciudadanía. Aseguró que los 39 pozos municipales están debidamente regularizados, operan con normalidad y garantizan el abasto de agua a la población.
“Por tal motivo, no existe desabasto del vital líquido en la demarcación”, afirmó el edil.

Sin embargo, su declaración contrasta con los hechos. El predio clausurado operaba con aparente normalidad, contaba con número telefónico y redes sociales de contacto, lo que sugiere que la ciudadanía recurría a ese servicio, sin que autoridad alguna lo advirtiera.

Pese a ello, el alcalde subrayó que tanto el Ayuntamiento de Metepec como el Organismo Público Descentralizado de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (OPDAPAS) son ajenos a lo ocurrido, así como a los bloqueos protagonizados por piperos en diversas vialidades del Estado de México.

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